El Patrullero Oceánico OPV-83 “Marinero Fuentealba”, dependiente de la Tercera Zona Naval de la Armada de Chile, finalizó su segundo despliegue en el marco de la Comisión Antártica (COMANTAR) 2024-2025, desarrollado entre el 29 de enero y el 21 de febrero. La unidad recaló en su puerto base en Punta Arenas tras cumplir una serie de tareas clave en el Territorio Chileno Antártico, destacando su rol crucial en el apoyo logístico, la protección ambiental y el soporte científico en uno de los entornos más desafiantes del planeta.
ASMAR y Fassmer: la Ingeniería detrás del OPV-83 Chileno
Construido por Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR) en Talcahuano, el OPV-83, basado en el diseño OPV-80 de Fassmer GmbH, es una pieza fundamental de la flota chilena. Con 80,6 metros de eslora, 13 metros de manga y un desplazamiento de 2.100 toneladas a plena carga, este patrullero cuenta con un casco reforzado tipo “winter class” y sistemas anticongelantes que le permiten operar en aguas antárticas. Su autonomía de 30 días y un alcance de 8.000 millas náuticas a 12 nudos lo hacen ideal para misiones prolongadas. En términos de armamento, está equipado con un cañón Oto Melara Compatto de 76/62 mm, complementado por armamento ligero, lo que le otorga capacidades tanto de vigilancia como de defensa.
Cumpliendo con el Tratado Antártico, retirando 4 toneladas de residuos por el OPV-83 Marinero Fuentealba
Durante esta comisión, el “Marinero Fuentealba” trasladó 4,5 toneladas de suministros a bases como “Capitán Arturo Prat”, “Eduardo Frei”, “Gabriel González Videla”, “Bernardo O’Higgins” y “Yelcho”, ubicadas en zonas como Bahía Fildes, Rada Covadonga y Bahía Paraíso. Asimismo, retiró 4 toneladas de residuos, cumpliendo con el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, suscrito por Chile en 1991. Estas labores subrayan su capacidad logística.
El buque también apoyó al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) en la elaboración de cartografía y el mantenimiento de estaciones de medición del nivel del mar vinculadas al Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM). Otra tarea destacada fue su rol como Buque de Servicio Antártico en la Patrulla Antártica Naval Combinada, coordinada con Argentina, garantizando la seguridad marítima y la protección ambiental frente a posibles incidentes.
"Voces del Hielo": Relatos de una Misión Exigente y Maravillosa
El Capitán de Fragata José Sandino, comandante del OPV-83, resaltó la diversidad de las operaciones: “Esta comisión abarcó desde el mantenimiento de señalización marítima hasta el transporte de personal y apoyo al SHOA, todo en un entorno exigente que pone a prueba a la dotación”. Con cerca de 50 servidores navales, más personal adicional para tareas específicas, la unidad enfrentó largas jornadas en condiciones meteorológicas cambiantes, como lo destacó el Suboficial Jorge Leal: “La cohesión de la dotación es esencial en un ambiente riesgoso como este”.
La Cabo Segundo Litoral Camila Muñoz, quien participó en labores de timonel, vigía y apoyo a operaciones aéreas, describió la experiencia como “imponente y maravillosa”, mientras que el Subteniente Joaquín Ossandon, Oficial de Telecomunicaciones, enfatizó el orgullo y el desafío de operar en la Antártica: “Es una zona demandante, pero sus paisajes únicos la convierten en un reto inolvidable para cualquier marino”.
Tras este despliegue, el “Marinero Fuentealba” se prepara para una nueva comisión, consolidando su papel en la proyección de la Armada de Chile en el continente blanco. Su versatilidad, capacidad logística y tecnología de punta refuerzan la presencia nacional, la cooperación internacional y la seguridad en el Territorio Chileno Antártico, honrando el legado de su nombre y su lema: “Valor en la adversidad”. (Luis Andrés Lautaro / Foto Armada de Chile)
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