Con el arribo de un dron de capacidades estratégicas y la entrega de once blindados BMC Vuran a la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) comienza a concretarse la Fase III del programa de seguridad Control Territorial (CTE) en el marco del contrato de sistemas de armas entre el gobierno de Nayib Bukele y el turco de Recep Tayyip Erdoğan suscrito a principios de 2022.
El paquete incluiría equipos para la policía y aparentemente al menos una ambulancia aérea para el Ministerio de Salud, al parecer se trata de un helicóptero T625, modelo inspeccionado por Bukele durante su visita a su fábrica.
La fase III del Control Territorial (CTE) asumido en 2018 requería, entre otras cosas, de $46,9 millones para adquirir diez camiones de 10 toneladas, nueve vehículos de movilidad todo terreno, un helicóptero (especificándose un B-412), y un buque de capacidades oceánicas.
Además, el programa incluía otros fondos para 113 drones con tecnología de recolección de datos biométricos, 25 de ellos para el Ejército y el resto para la Policía. De estos, se destinarían, $1,6 millones para un dispositivo de vigilancia, búsqueda y rescate con funciones navales y terrestres y $1 millón para un vehículo aéreo no tripulado (VANT), junto con un Centro de Monitoreo para el Ejército, además de 13 para la Policía.
Acuerdos entre Turquía y El Salvador
Los acuerdos suscritos con Turquía tenían lugar después que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) fallara en desembolsar un préstamo de $109 millones para financiar dicha fase III, por lo que se recurría a fondos propios y cualquier financiamiento y/o ayuda ofrecida por Turquía.
Con ello, se ha mencionado extraoficialmente el arribo de un UAV, aparentemente un Anka-S, quedando en espera un dispositivo de vigilancia, búsqueda y rescate con funciones navales y terrestres. Podría ser un diseño turco a usarse en un patrullero de alcance oceánico como es el Alpin, basado en el helicóptero ultraligero italiano Heli-Sport CH-7.
Aunque los detalles de los acuerdos con Turquía no han sido hechos públicos y el liderazgo de la Fuerza Armada de El Salvador indica que no hay negociaciones por un patrullero oceánico, no sería sorpresa que se allá concretado ya algo a nivel ejecutivo para adquirir un Ares 53 OPV o uno similar YS5301 de Damen Shipyards, ambos astilleros localizados en Antalya, Turquía. El YS5301 es una evolución comercial del FCS5009, alargado de 50 metros a 53 metros, con capacidad para una grúa de 15 toneladas, dos interceptores navales y una plataforma de helicóptero ligero.
Por otro lado, la evaporización de los $13 millones del BCEI para el patrullero oceánico y la falla de los EE. UU. en ofrecer un segundo guardacostas 85-Defiant ha dejado al liderazgo naval salvadoreño buscando soluciones alternas, como la de adquirir embarcaciones excedentes chilenas.
Se ha mencionado así la posibilidad de hacerse de algunas Lanchas de Servicio General de 108 pies (33 m) de ASMAR. Se anota que los motores MTU que las propulsan podrían presentar problemas logísticos en El Salvador a menos que pudiesen repotenciarse con modelos CAT C-32 – pero eso representaría gastos adicionales probablemente innecesarios.
Trasciende que se espera el arribo de ocho MD500D ex coreanos en septiembre. Con estos, la flotilla de helicópteros MD militares contaría con 18 modelos operacionales, más un E en línea muerta que puede reconstruirse incluso a 530F estándar. De realizarse esto, la flotilla sumaría 19 máquinas: cinco 530F, seis 500E, y ocho 500D. Cabe entre otras posibilidades, que se acomoden un par de ellos para operaciones navales, con modificaciones necesarias en los rotores y la estructura para darles resistencia a la corrosión y sus instrumentos adecuados para hacerlos menos vulnerables al aire salado y al rocío, y con ello eventualmente poder operar en apoyo a algún patrullero oceánico. (Julio Montes)
