La Fuerza Aérea Brasileña finalizó su asistencia en el combate de los incendios forestales que azotaron la zona centro-sur de Chile. La misión empleó un avión C-130 Hércules del Primer Escuadrón del Primer Grupo de Transporte (1º/1º GT - Escuadrón Gordo, con sede en Río de Janeiro). El operativo representó la liberación de 636 mil litros de agua y más de 40 horas de vuelo. El equipo operaba en el país desde el 9 de febrero.
La operación fue coordinada por la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Brasileña. Los incendios forestales, que azotaron varias regiones del país y causaron la muerte de más de 20 personas, destruyeron cerca de 1.500 viviendas y dejaron a cerca de 6.000 personas sin hogar.
El avión utiliza el sistema de extinción de incendios MAFFS (Modular Airborne Fire Fighting System) y tiene capacidad para transportar 12.000 litros de agua. El sistema pesa 770 kilos, tiene dos tubos, que proyectan agua por la rampa trasera del avión a una altura aproximada de 150 pies (unos 46 metros).
En enero de 2017, la FAB también fue llamada a actuar en el combate al fuego en Chile, y militares del Primer Grupo de Transporte de Tropas (1er GTT - Escuadrón Zeus) realizaron la descarga de agua durante los 14 días de misión en el país. . En esta operación, la Escuadra alcanzó la marca de 48 misiones en seis días de trabajo. Se vertieron más de 500.000 litros de agua sobre los incendios ubicados en la región del Bío-Bío.
Chile también solicitó ayuda a Brasil para combatir incendios en 2014. El FAB C-130 Hércules fue enviado para combatir un incendio forestal que azotó las comunas de Florida y Temuco. Cerca de 30 militares brasileños participaron en esa misión anterior. (Javier Bonilla)
