Doscientas mil personas participaron de la despedida del sistema de armas Mirage, de la Fuerza Aérea Argentina. Llegados de todos los puntos del país para vivir una jornada emocionante y única, tuvieron el privilegio de escuchar por última vez el atronador rugido de los motores ATAR en sus desafiantes pasadas. Durante horas los pilotos nacionales hicieron vibrar sus máquinas con veloces cruces y rasantes, para deleite de un público completamente extasiado.
La emoción en los rostros era lo normal y los corazones calientes como los de aquellos que volaron estos maravillosos deltas, muchos estuvieron aquí en la Base Aérea de Tandil, sede de los escuadrones de combate y que quedo pequeña ante tanta concurrencia. Como si fuera un homenaje, diferentes unidades de la FAA hicieron simulacros de rescate donde impresionaron los increíbles movimientos de los helicópteros H-500 artillados, que cubrían a los comandos del GOE en la búsqueda y rescate de pilotos, los giros increíbles de los Pucaras, el izamiento de cargas externas, los paracaidistas, la Aviación Naval que estuvo presente y el Ejercito, que con los disparos de sus cañones saludaban al hermano que se va.
Aquí estuvieron todos, muchos aviadores que lucharon en la gesta, el mismo jefe de la institución, el más antiguo piloto de combate que está todavía en servicio que dio un emotivo discurso y los otros… los que quedaron en las irredentas Islas Malvinas. Dejamos que la emoción quede enmarcada en estas hermosas fotografías de un bello avión que marco tendencia y fue crucial para la aeronáutica nacional. (Luis Piñeioro, corresponsal e Grupo Edefa en Argentina)
Fotografía: Uno de los Mirage MARA rasante como siempre.
