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Viernes, 29 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La innovación, clave en los sistemas de mando y control de Defensa

Por José Prieto

Director de Desarrollo de Negocio y Relaciones Institucionales

Homeland Security and Defense - GMV


Es de sobra conocida la tendencia general a la reducción del tamaño de las fuerzas militares de todo el mundo, a las que, sin embargo, se les requiere mantener (o, en algunos casos, aumentar) la capacidad para superar los retos a los que han de hacer frente. Tal como establece el paradigma que incrementa la ratio “tooth to tail” (relación entre recursos asignados a la capacidad de combate y el apoyo a la capacidad de combate), es necesario reducir el área de apoyo (sistema logístico “Just in Time”, disminución de inventario, reducción de huella y mayor rapidez de operaciones), y aumentar la capacidad de combate (eficiencia, capacidad de respuesta, incremento del tempo, mayor letalidad, mejora en la supervivencia y mayor rapidez en la victoria).

 

La única forma de hacer frente a necesidades cada vez más exigentes con recursos cada vez más escasos es disponer de excelencia tanto organizativa como técnica. Aquí es donde el concepto C4ISR (que engloba sistemas de Mando, Control, Comunicaciones, Informática, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) desempeña un papel fundamental, ya que disponer de la información adecuada, en el momento adecuado y en el formato adecuado y que se transmite a los destinatarios adecuados, es esencial en el campo de batalla actual para que ayude convenientemente en el proceso de decisión. Las capacidades C4ISR ofrecen mejoras en gran número de aspectos en las operaciones militares, como la conciencia situacional en todos los niveles del mando militar (información sobre el emplazamiento y el estado de las fuerza enemigas y amigas), comunicaciones tácticas, logística, personal, identificación y adquisición de objetivos, inteligencia, etc.

C4ISR se ha convertido en los últimos años en una de las piedras angulares del campo de batalla moderno por su efecto como multiplicador de la fuerza que asegura una cooperación eficiente entre los tres Ejércitos (tierra, aire, mar), incluso de nacionalidades diferentes, optimizando el uso de recursos militares. Su objetivo es obtener lo que se conoce por superioridad en la información, esto es, “la ventaja relativa de un oponente sobre otro en el mando y el control de su fuerza. La superioridad o el dominio de la información se consigue mediante la formación de líderes para la toma de decisiones rápidas y acertadas utilizando los medios superiores de información técnica que se les proporcionan, y también mediante los esfuerzos para debilitar y negar esas mismas capacidades en el oponente, protegiendo la capacidad propia”. Llegados a este punto debe advertirse que el valor de la información no se genera hasta el final de la última milla, y es aquí donde los sistemas C4ISR adquieren toda su razón de ser.

Tradicionalmente, las capacidades C4ISR dependían de métodos inadecuados para la adquisición, la gestión y la difusión de información relativa al campo de batalla (por ejemplo, la entrega manual de órdenes a los jefes de campo, una fuerte dependencia del contacto por fonía, informes en soporte de papel y a mano, etc.).

Durante la última década, el incremento del ritmo operativo ha venido forzando a los responsables militares de la toma de decisiones a recurrir a soluciones particulares y de último momento —y, por tanto, provisionales— para los problemas relacionados con las necesidades de C4ISR.
A falta de la solución global deseada, el camino seguido hasta el momento para unificar de alguna manera los diversos sistemas heterogéneos ha sido la producción de interfaces para que los sistemas heredados, de naturaleza y origen diversos, puedan hablar entre sí. Así pues, los esfuerzos que actualmente se realizan en el área de C4ISR están dirigidos a proporcionar una solución fiable y homogénea para la mejora de las capacidades operativas, haciendo uso intensivo de los recursos que ofrecen hoy las tecnologías de la información, con un control eficiente de los costes
No obstante, en los últimos años, y reproduciendo la evolución experimentada en el sector civil, los sistemas militares están avanzando hacia redes federadas interconectadas en las que diferentes grupos de servicios se exportan a los usuarios de acuerdo con el concepto de Arquitectura Orientada al Servicios (SoA). De este modo, conectando adecuadamente los diferentes sistemas, se hace posible recurrir a la funcionalidad del sistema más apropiado en cada escenario. El objetivo final es que las fuerzas militares puedan estar interconectadas desde el sensor hasta el tirador, y viceversa, siguiendo el paradigma de Network Enabled Capability (NEC). Esta capacidad es fundamental para asegurar el debido compromiso de las fuerzas militares en respuesta a todo el espectro de misiones previstas para el futuro (desde las misiones de paz y otras operaciones no bélicas a la confrontación asimétrica). La finalidad de NEC es vincular sensores, responsables de la toma de decisiones, los sistemas de armas y la capacidad de apoyo para conseguir un efecto militar superior mediante un mejor aprovechamiento de la información disponible.

NEC, como se ha indicado líneas más arriba, puede generar un volumen ingente de información. La consecuencia inmediata de disponer de un número considerable de sistemas y plataformas heterogéneos que ofrecen información sobre el campo de batalla, es la tendencia a la saturación informativa que, en muchos casos, vuelve prácticamente inútil todo el sistema. La superioridad en la información es, sin duda, uno de los factores fundamentales en el campo de batalla actual, pero también es importante que esta información se facilite según el mecanismo denominado Common Relevant Operational Picture (CROP). Como algunos dicen, “si necesitas más de dos clics para obtener la información, estás perdiendo tiempo”. Solo con un diseño cuidadoso y en continua implicación con los usuarios finales se puede cumplir este objetivo satisfactoriamente.

Interoperabilidad es, sin duda, una de las palabras clave en cualquier debate que hoy se entable sobre el desarrollo de los sistemas militares. Se refiere tanto a la interoperabilidad operativa (la que implica a personas, procedimientos, pruebas, certificaciones, formación, etc.) como a la interoperabilidad técnica. Esta última es definida por el Departamento de Defensa Norteamericano como “…La condición alcanzada entre sistemas y equipos electrónicos y de comunicaciones cuando se pueden intercambiar información o servicios de forma directa y satisfactoria entre ellos o sus usuarios …”. La experiencia de los últimos años ha demostrado que la interoperabilidad técnica (esencial para conseguir la operativa) es un concepto complejo difícil de conseguir. Los servicios exportados en la red federada antes mencionada deben poder compartir datos de una forma puntual y fiable y deben funcionar entre entidades distintas para poder dar apoyo a misiones conjuntas. Para que dos sistemas C4ISR interoperen eficazmente, deben poder no sólo compartir datos, sino también garantizar que se interpretan de la misma forma (es decir, de acuerdo con definiciones estándar previamente establecidas).

Asimismo, la interoperabilidad debe conseguirse desde el mismo diseño, y no a través de modificaciones realizadas a sistemas ya existentes. Esto es especialmente difícil de conseguir en el ámbito militar, en el que, con mucha frecuencia debido a restricciones presupuestarias, los proyectos no se inician desde cero y están sujetos a una exigencia previa de integración con sistemas heredados, a menudo relativamente antiguos y no diseñados para su fácil integración con los sistemas de información actuales y futuros y que, sin embargo, son absolutamente esenciales para prestar la funcionalidad requerida.

Existen además otros requisitos que deben tenerse en cuenta durante la fase de diseño de los sistemas, como es el de la seguridad. En una época en que la ciberseguridad es un asunto de especial preocupación, los elementos de interoperabilidad pueden causar en determinadas ocasiones consecuencias perjudiciales para la seguridad general de las TIC del sistema y, por tanto, habrán de valorarse adecuadamente.

Actualmente, existen empresas en el mercado que han realizado una labor muy importante de innovación, desarrollando sistemas C4ISR que permiten la integración en tiempo real de información originada en unidades diferentes (tierra, mar o aire) presentes en el campo de batalla. Estos sistemas proporcionan al mando una mejor conciencia situacional y mayores herramientas de ayuda para la toma de decisiones.

Como se ha indicado anteriormente, la interoperabilidad es mucho más fácil de decir que de hacer y estos sistemas han demostrado ser interoperables con las fuerzas de la Alianza Atlántica y (lo que no es menos importante) reduciendo los recursos necesarios en cuanto a personal y conocimientos. Estos son algunos de los diferentes sistemas que actualmente podemos encontrar en el mercado:

El principal objetivo del programa MAJIIC (Multi-sensor Aerospace Joint ISR Interoperability Coalition) es optimizar la utilidad de los recursos de vigilancia y reconocimiento, mediante el desarrollo y la evaluación de medios operativos y técnicos de interoperabilidad para una amplia variedad de activos ISR. MAJIIC incorpora información de SAR (Synthetic Aperture Radar), GMTI (Ground Moving Target Indicator), vídeo electroóptico, infrarrojo, en movimiento y ESM (Electronic Support Measures). MAJIIC permite compartir tanto datos sin procesar de sensores y datos derivados, como informes de explotación, para que los países, individualmente, no malgasten esfuerzos reuniendo información que ya existe en el sistema.

TALOS es un sistema completo para el control unificado de los apoyos de fuego de Artillería, Morteros y Naval, diseñado para satisfacer los requisitos NEC de las fuerzas terrestres. TALOS puede personalizarse para diferentes niveles (compañía, batallón, brigada, etc.) y proporciona la automatización de todas las operaciones en el campo de batalla.

DSC2S es un sistema C4ISR para el soldado a pie (que actúe por sí solo o en un escuadrón o pelotón) que incorpora plataformas de armas, sensores de inteligencia, evaluación de la misión, aviso de  proximidad de amenaza, guía de rutas y consecución de objetivos. DSC2S permite al soldado operar en el campo de batalla digital no solo como plataforma de armas, sino también como célula sensor de inteligencia y de adquisición de objetivos.

El sistema LCC2S (Landing Craft Command and Control System) permite el control, la monitorización y la coordinación de la maniobra de aproximación a la costa de las naves de desembarco en operaciones anfibias. El LCC2S proporciona capacidades de control en tiempo real y asegura la adecuada gestión de todo el flujo de información necesario para las unidades implicadas. Durante la planificación, una vez definida la misión, se asigna un papel específico a cada una de las unidades, estableciendo todos los aspectos relevantes de la operación: rutas, organización de las fuerzas, suministros, comunicaciones, etc.

En resumen, la innovación es un factor fundamental, ya que sin ella no obtendríamos la transformación tecnológica actual, que ha experimentado el campo de batalla.


 


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