Según las autoridades de Venezuela el navío estadounidense se encontraba a 16,1 millas de la costa; sin embargo, las aguas territoriales del país se extienden solo 12 millas, lo que significa que quedaban 4,1 millas para que se produjera realmente una irrupción.
Fue el pasado jueves, 16 de julio, cuando Nicolás Maduro denunciaba que el destructor estadounidense USS Pinckney (DDG-91) incursionó en las aguas jurisdiccionales del país, un gesto que calificó como “inexcusable acto de provocación, por demás errático e infantil que se ejecuta como resultado de la reciente visita de Donald Trump al precitado comando militar de La Florida en su desesperada campaña atraer el voto latino".
En comunicado, la cancillería de Venezuela precisó que la nave se encontraba a 16,1 millas de la costa venezolana, cuando la jurisdicción de aguas territoriales se extiende 12 millas, lo que significa que quedaban 4,1 millas para que se produjera la incursión. Sin embargo, las autoridades aseguraron que “el ingreso del buque estadounidense de manera furtiva en aguas jurisdiccionales del país es a todas luces violatorio del Derecho Marítimo Internacional”.
Tras el hecho, el ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López, reiteró a la administración de Donald Trump que “si cruzan la línea roja recibirán una respuesta contundente de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana (FANB) por nuestra soberanía”, así lo señaló a través de su cuenta personal en Twitter donde compartió dos publicaciones vinculadas con este acto.
Sostuvo además que el Comando Sur, “en su comunicado de guerra política electoral no consigue la manera de desviar la atención de la realidad interna de EEUU jugando ahora al barquito sin rumbo” y tildó de “vergonzoso e insensato” la acción, “las declaraciones no son más que un acto de provocación”, agregó el alto funcionario castrense.
Remigio Ceballos, comandante estratégico operacional de la FANB, por su parte, indicó que “Venezuela es una nación libre, soberana e independiente” y que junto al pueblo y la milicia bolivariana garantizarán “el combate victorioso en aire, mar y tierra contra todas las amenazas”.
El miércoles 15 de julio, el propio gobierno norteamericano anunció el despliegue de un buque de guerra en el Caribe, frente a las costas venezolanas, en respuesta a un excesivo reclamo marítimo de Caracas por otro ejercicio de la armada estadounidense hace tres semanas y que las autoridades calificaron como provocación. “Vamos a continuar ejerciendo nuestro legítimo derecho a navegar libremente por aguas internacionales sin someternos a reclamos ilegales”, dijo el almirante Craig Faller, cabeza del Comando Sur.
El pasado 23 de junio, Estados Unidos, lanzó una operación similar con el buque de guerra Nitze (DDG94) informando que la nave se acercó 30 millas de las costas. El Comando sur ha dicho que el USS Pinckney junto con otros buques de la Armada opera en la zona del caribe en el marco de operaciones de antinarcóticos. (Thiany Rodríguez, Caracas)
Fotos
-El destructor de la US Navy USS Pinckney (DDG-91)
-El Comando Sur de Florida comunicó que el buque USS Pinckney y otros seguirán en aguas del caribe por operaciones de antinarcóticos. Este es el segundo navío que se envía cerca de Venezuela en poco menos de un mes.
