Coberturas de plexiglass resecas, tornillos y remaches herrumbrados o ausentes, uno de los motores sin su respectiva cubierta de protección (al que se le filtraron todo tipo de residuos, al igual que el otro, al que, simplemente se le cayó dicha cubierta hace tiempo y nadie la repuso), además de la enorme corrosión en diversos puntos del abandonado fuselaje, describen el HS 125 600A que el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, anunció que comprará para obtener repuestos para el polémico HS 125 700A de la década de los 70, que igualmente pretende adquirir, contrariando al Tribunal de Cuentas, a la opinión pública y a la mitad de los legisladores del Parlamento.
Operadores locales ya han anunciado su entera disposición a denunciar ante la OACI el hecho de que el mandatario admita públicamente que incorporará ambos aparatos para usar uno como fuente de repuestos, decisión cada vez peor vista en la aeronáutica militar, máxime tras los accidentes aéreos que afectaron recientemente a la Fuerza Aérea Uruguaya, quien finalmente habría logrado frenar la adquisición, tras recomendar lo inadecuado de la misma. La compra habría salido así de la propuesta inicial, que sí mantiene la del HS 125 700A. (Javier Bonilla)