La razón de este vuelo, obedecía a la presencia en el área de un experto científico, Dr. Nicolás d’Oreye de Lantremange perteneciente al ECGS (European Center forGeodynamics and Seismology) , quien expresó dudas acerca del grado de estabilidad del Volcán, asumiendo que podría estar próximo a una nueva erupción.
Se dispuso así un vuelo diurno para la observación directa del “lago de lava”, uno de los más grandes del mundo, por un helicóptero Bell 212 (UNO 807), desplegado en la ciudad de Goma a efectos de cumplir con otra misión. La nueva tarea se realiza con total éxito desde el punto de vista operacional, a pesar de los peligros que representaba.
El Volcán tiene un desarrollo de 4.370 metros sobre el nivel medio del mar, lo que obliga a realizar el vuelo a alturas superiores a los 10.000 ft, en aeronaves que no disponen de equipos de oxígeno a bordo con lo cual la permanencia a estas alturas se limita a un máximo de media hora para evitar los riesgos de la hipoxia, sobre la tripulación. Además, el helicóptero enfrenta los riesgos de la falta de oxígeno en la turbina en caso de quedar atrapada en los vapores y emanaciones del volcán por variaciones inesperadas de viento, las cuales también son toxicas para el ser humano y pueden contener partículas que dañan la turbina en forma mecánica (por acreción).
Este primer vuelo dejó dudas en el científico, solicitando entonces un segundo vuelo, esta vez nocturno, a efectos de realizar comparaciones, con la ayuda del equipamiento NVG (NightVisionGoogles) que posee la Unidad .
El vuelo lo efectuó un Bell 212 (UNO 852) partiendo en esta oportunidad desde la ciudad de Bukavu, mientras el UNO 807 continuó con su misión original siendo destacado a la ciudad de Beni. Finalmente pudo el científico observar el “lago de lava” con un mayor contraste quedando satisfecho con la misión.
El investigador concluyó que aparentemente la erupción no sería inminente dado que los niveles constatados no se correspondieron con sus hipótesis anteriores. Ese vuelo nocturno señala un hito más para el Destacamento de helicópteros URUAVU en la República Democrática del Congo, ya que se operó con visores NVG a una altura superior a los 10.000fts ( a 13.200fts) por espacio de 25 minutos, en un contexto geográfico absolutamente ajeno al Uruguay. (Javier Bonilla)