Asimismo, el candidato se ha mostrado partidario de preservar los astilleros de la Armada, que recientemnte y por un polémico decreto, el gobierno autorizó a privatizar parcialmente. Bordaberry, además, propone desplegar al Ejército Nacional en las fronteras para reprimir el narcotráfico y el trasiego ilegal de armas, mejorar el sistema de mapeos terrestres y reforzar a la Fuerza Terrestre en lo que hace a Ingeniería militar, así como apoyar, de momento, la continuación de las tres Fuerzas atendiendo tareas en Misiones Internacionales de Paz, y aumentar los recursos y sistemas de contralor del Tráfico Aéreo.
En lo que hace al Estado Mayor de la Defensa- Esmade- propone un redimensionamiento y mejor orientación de sus labores, así como incrementar la interoperabilidad entre las Fuerzas. Respecto al Ministerio de Defensa, ha sido categórico en propugnar la eliminación casi total de polémicos y costosos cargos de confianza en la cartera (hay directores jurídicos sin terminar bachillerato), así como redimensionarla.
El Partido Colorado también propone “incrementar el control de las fronteras por medio de aplicación de tecnología – sistemas móviles de escáneres de rayos x para la detección de drogas, armas, explosivos y otras sustancias– y un mayor fluido intercambio de información y cooperación internacional”.
Por último, plantea “combatir el tráfico de armas y municiones ilegales y en manos de la delincuencia” a través “del aumento de la cooperación internacional y de la asistencia técnica, así como la penalización como delito de la tenencia de armas por parte de quien presente antecedentes penales, y el involucramiento policial o militar en esas contravenciones sería especialmente sancionado. Como se recordará, en 2012 fueron capturadas en Brasil, armas requisadas durante el procedimiento contra el voluminoso arsenal del ex terrorista Saúl Feldman en octubre de 2009, que estaban en poder de la Policía y no del Ejército como marcan la normas.
Bordaberry pretende asimismo que los recursos se otorguen en función de los objetivos y está dispuesto a reforzarlos para atender las nuevas responsabilidades que tendrá la Armada, ya sea por la exploración de petróleo o la extensión de la jurisdicción que llegará a las 350 millas marinas, lo que implicará tareas de control que requerirán nuevas patrullas. Como fuente de ingresos genuinos, Bordaberry propuso generar capacidades y poder cobrar por servicios, como ocurre con la Fuerza Aérea de Estados Unidos que tiene escuelas de formación regionales en Miami y Dallas. La Fuerza Aérea y la Aviación Naval, además, y como lo ha observado la Camara Uruguaya de la Industria Aeronáutica- que integran- poseen capacidades tecnológicas aún ociosas, aunque la primera ha generado, junto a otras dependencias estatales un bachillerato tecnológico aeronáutico y la última desarrolló un convenio con la aerolínea BQB para mantenimiento completo de ATR. (Javier Bonilla)