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Miércoles, 24 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El Comandante en Jefe del Ejército Uruguayo reivindica la acción social de la Fuerza y la presencia en Misiones de Paz

El pasado 18 de mayo, durante los festejos de los 206 años del Ejército Nacional Uruguayo, su Comandante, el Gral. Guido Manini Ríos, destacó dos facetas destacables de la organización que encabeza: las constantes actuaciones cívico-sociales, en apoyo a la población en situaciones de emergencia, y las décadas de compromiso en diversas Misiones Operacionales de Paz en el exterior, desde el Sinaí hasta Congo.

Reproducimos a continuación las palabas del general Manini:

"Se cumplen 25 años del inicio del despliegue de nuestro primer Batallón, que partiera hacia el Reino de Camboya en 1992, y por ello hoy forman junto a nosotros muchos de los veteranos de esa Misión, luciendo la gorra azul que en su momento usaron al servicio de las Naciones Unidas. Fue un gran desafío que nuestro país y nuestra Institución afrontaron con valor, profesionalismo, entrega y espíritu militar, y que recibiera el reconocimiento unánime de la comunidad internacional.

Los escenarios han cambiado, los que ha permanecido invariables son los elogiosos conceptos vertidos sobre nuestras Fuerzas por los representantes de la comunidad internacional, y por gobernantes y pueblos en los que el nombre de Uruguay se transformó en símbolo de solidaridad y esperanza. El propio (ex) Secretario General de la ONU Ban Ki-moon en setiembre de 2015 felicitó a nuestro gobierno por la capacidad y profesionalismo de nuestros contingentes en las distintas misiones de paz. En estos días hemos replegado nuestros efectivos de la República de Haití, quienes participan de esta formación, y cuya Bandera acabamos de condecorar. Durante 13 años, más de 13.000 hombres y mujeres de las FFAA han cumplido en ese castigado país caribeño una misión con un gran componente humanitario, que incluyó las tareas de socorro ante desastres naturales, como el terremoto de enero de 2010, o el reciente huracán Matthew… Solo quienes conocen la realidad haitiana pueden valorar en su real dimensión la importancia que tuvo allí la presencia de nuestros militares en estos años, y lo que significaron para un pueblo que sufre, que los despidió con lágrimas en los ojos, y que siempre mantendrá en su memoria los colores de nuestra bandera y a aquellos soldados amigos que los portaban.

Así también lo valoró en las últimas horas el Senado de la República,  donde todos los partidos políticos homenajearon y reconocieron lo que nuestros efectivos hicieron en Haití. Hoy, seguimos presentes en el Congo, el país más extenso de África, continuamos nuestra misión iniciada hace 35 años en la  península del Sinaí, y en Colombia estamos monitoreando el cumplimiento del histórico acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC. Vaya en este día tan significativo nuestro emocionado saludo a todos y cada uno de esos sacrificados y muchas veces desconocidos embajadores que tiene nuestro país desplegados en tierras lejanas, soldados que descubren sorprendidos que existen pueblos olvidados, desesperados, con más privaciones y miserias que las que ellos mismos han vivido".

Manini también se refirió al permanente clima anticastrense que se vive mediática y culturalmente en Uruguay, cuyo gobierno culpa a los militares de dificultades presupuestales en sus sistemas previsionales, promoviendo la imagen uniformada , intencionadamente como la de "privilegiados". A este respecto dijo: "Buscaremos hasta el límite de nuestras posibilidades que esa justicia de que hablamos sea considerada en el tratamiento de normas que marcarán el destino de la Institución por las próximas décadas. En los últimos tiempos se han oído voces preocupadas por los "privilegios" de los militares. Sí señores, los 15 mil hombres y mujeres que integran nuestro Ejército, son unos verdaderos privilegiados... Tienen el privilegio de estar a toda hora, los 365 días del año al servicio de la Sociedad de la que provienen, y no reclamar por ello ningún trato o compensación especial... Tuvieron el privilegio, la madrugada de un 23 de diciembre, de evacuar a miles de vecinos de Artigas sorprendidos por la más grande y rápida creciente de su historia, estando ellos mismos inundados… y después hacer lo mismo en Salto, en Durazno, y en casi todo el país. Tuvieron el privilegio de ser los primeros en llegar a la ciudad de Dolores el día más negro de su historia y cortar los saqueos que comenzaban a producirse. Tuvieron el privilegio de ser aplaudidos por los vecinos de Montevideo, cuando, mientras todos celebraban en Fin de Año y Año nuevo, ellos trabajaban para alejar un riesgo sanitario de la ciudad. Tuvieron y tienen el privilegio de llevar la bandera uruguaya en su brazo a los rincones más apartados y castigados del planeta. 

Tuvieron y tienen el privilegio de recibir la emocionada sonrisa de un niño o un anciano africano, haitiano o camboyano, que en ellos encontraron, tal vez por primera vez, el cariño que la vida les negó. Tienen el privilegio de izar cada mañana el pabellón nacional en la Antártida todos los días del año, manteniendo vivo ese lejano rincón de nuestra Patria. Tienen el privilegio de sentirse no funcionarios sino servidores del Estado y de escuchar en silencio las discusiones sobre su futuro, a veces teñidas de falsedades y tergiversaciones malintencionadas… tienen, en fin, el privilegio de llevar su pobreza con dignidad y lucir orgullosos el uniforme que para ellos representa su vida… A estos privilegiados nuestro sentido homenaje y reconocimiento", concluyó el Comandante en Jefe en presencia de las autoridades nacionales y diplomáticas ,además de otros jefes militares de la región.

Horas antes se había realizado, con su asistencia, el homenaje a los cuatro soldados del Ejército asesinados el 18 de mayo de 1972 por el grupo terrorista "Tupamaros" en un popular cruce montevideano mientras custodiaban al domicilio del Comandante en Jefe de la época, acto al que durante el gobierno de Mujica los militares no podían asistir con uniforme. (Javier Bonilla)


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