Aunque el candidato inicial para suministrar este sistema a Turquía era la empresa china CPMIEC (China Precision Machinery Import-Export Corp.) habrían surgido complicaciones durante la negociación relativas a la transferencia de tecnología y la fabricación en Turquía, como el propio Erdogan admitió. Además tanto la OTAN como Estados Unidos advirtieron de que la empresa china había sido sancionada por suministrar equipo militar de alta tecnología a Irán, Corea del Norte y Siria.
En septiembre del año pasado se llegó a anunciar la adjudicación a CPMIEC del sistema de defensa aérea y antimisil por un valor de 3.440 millones de dólares por delante del consorcio formado por las estadounidenses Raytheon y Lockheed Martin y de Eurosam. El organismo ruso de exportación de material militar Rosoboronoexport había ofrecido el S-300 si bien no superó la fase técnica de la evaluación.
La elección del ganador se había demorado varias veces ya que el plazo de presentación de ofertas se había ampliado 5 veces. La última vez que se aplazó, se pospuso la fecha del 31 de agosto al 31 de diciembre, evento del que dimos cuenta en defensa.com a finales del mes pasado. Eurosam era el segundo candidato en el proceso de selección y realizó además una nueva oferta en la que se daba gran importancia a la fabricación conjunta, aspecto muy importante en el programa como el presidente también turco destacó.
El sistema de defensa antiaérea y antimisil turco comprende un conjunto de radares, lanzadores y misiles interceptores y dada la pertenencia de Turquía a la OTAN, la elección de un sistema de fabricación china había levantado muchas suspicacias. Los sistemas de defensa aérea de Turquía están enlazados a los de la OTAN, por lo que se temía no pudieran integrarse en esta red internacional. (J.N.G.)
