La OTAN acaba de crear la nueva Fuerza Operativa o Task Force X para hacer frente a las amenazas a las infraestructuras submarinas mediante una flota de sistemas autónomos que proporcionan vigilancia continua, detectan y rastrean amenazas potenciales, y, además, mejoran el conocimiento situacional en el ámbito marítimo.
La Alianza Atlántica se enfrenta a un entorno de seguridad marítima en evolución, caracterizado por el aumento de las agresiones rusas, que incluyen una novedosa variante de guerra asimétrica contra infraestructuras submarinas críticas. Esta amenaza se ha visto acentuada por los recientes daños sufridos por los cables submarinos en el Báltico que conectan a los aliados de la OTAN, de ambas orillas de este estratégico mar.
Para contrarrestar estas amenazas y disuadir cualquier intento futuro por parte de actores estatales o no estatales, el Mando Aliado de Transformación ha trabajado con el Mando Aliado de Operaciones y el Cuartel General de la OTAN para establecer dicha Task Force X.
Estamos ante una importante iniciativa especialmente centrada en proporcionar capacidades basadas en las tecnologías emergentes y disruptivas, incluidas las tecnologías autónomas y la inteligencia artificial, en las operaciones marítimas con el fin de mejorar el conocimiento situacional o SA (Situational Awareness) de la Alianza sobre estas líneas marítimas de comunicación y salvaguardar las infraestructuras submarinas críticas.
El sistema se probará a mediados de febrero de 2025 como parte del ejercicio ‘Baltic Sentry’, cuyo objetivo es mejorar la capacidad de respuesta de los aliados ante dichos sabotajes, en los que se aprecia la mano de Moscú.
La Task Force X, que será multidominio y aplicable al enfoque de 360º de la OTAN, se basará en las decisiones e iniciativas existentes de la Alianza, en las áreas de Autonomía y Transformación Digital, así como en la Visión del Océano Digital de la OTAN.
La Task Force X aprovechará también las lecciones de iniciativas de éxito como las de las Task Forces 59 y 66 de la Marina de Estados Unidos o US Navy, que emplean una flota de sistemas autónomos marítimos o MAS (Maritime Autonomous Systems) para proporcionar una vigilancia continua, detectar y rastrear posibles amenazas, así como para mejorar la SA.
Este enfoque ofrece una solución rentable y de rápido despliegue para contrarrestar otras posibles acciones de sabotaje por parte de Rusia, a la vez que es una prueba más del compromiso de la OTAN con la innovación tecnológica.
Inicialmente, la Task Force X se desplegará soló en el mar Báltico, aunque el marco está diseñado para que, con el tiempo, pueda aplicarse y ampliarse a otras regiones, ámbitos y conjuntos de problemas, según las necesidades de los socios de la Alianza Atlantica.
Será un esfuerzo multinacional que integrará elementos de buques autónomos capaces de operar de forma autónoma, realizar una vigilancia persistente y responder rápidamente a las amenazas; y mostrará el uso de tecnologías emergentes dando prioridad a la interoperatividad y escalabilidad de la Alianza, de modo que los países puedan aportar sus propias capacidades al tiempo que se garantiza su integración dentro del marco general de la OTAN.
El Mando Aliado de Transformación de la OTAN ha cursado una invitación a todos los aliados, especialmente a los que bordean el mar Báltico y a los que tienen una gran capacidad de innovación marítima, para que se unan a esta importante iniciativa. Al combinar los esfuerzos nacionales y aprovechar la tecnología punta, la nueva Fuerza mejorará significativamente las capacidades marítimas de la OTAN y contribuirá a su defensa colectiva frente a esta innovadora amenaza.
El Mando Aliado de Transformación de la OTAN dirige el desarrollo bélico estratégico de las estructuras, fuerzas, capacidades y doctrinas militares de la Alianza. Su objetivo es innovar y mantener una ventaja en el combate para mejorar la eficacia militar de la Alianza.
Iniciado el 13 de enero de 2025, dicho ejercicio ‘Baltic Sentry’, está llevando a cabo una actividad de vigilancia y presencia marítima para disuadir a los potenciales saboteadores de las amenazas a la red CUI (Critical Undersea Infrastructure) del mar Báltico. Dos grupos operativos navales de la Alianza: el Grupo Marítimo Permanente de la OTAN 1 o SNMG1 (Standing NATO Maritime Group_ 1) y el Grupo Permanente de Medidas Antiminas de la OTAN 1 o SNMCMG1 (Standing NATO Mine Countermeasures Group 1), desempeñan un papel central en esta actividad. Estas fuerzas navales permanentes están añadiendo siendo reforzadas para la nueva misión, además de coordinar su actividad con los activos de los aliados de la Alianza en dicho escenario báltico, con el fin de reforzar la vigilancia marítima y la disuasión, y así cumplir los objetivos de las misiones. (Julio Maíz)
1 comentarios