Según ha hecho saber el ministerio de Economía y Energía alemán a través del informe anual sobre entregas de armas, Alemania aprobó hasta 17.820 solicitudes para la venta de armamento, un 5,2% más respecto a 2012. De la misma manera, 71 de estas peticiones que llegaron de países como China, Irán Rusia o Serbia también se rechazaron.
Gran parte de la culpa de este crecimiento récord lo tienen algunos países como Argelia, Qatar, Arabia Saudí, Israel o Indonesia, que elevaron el interés por la importación de armamento alemán durante el pasado año consiguiendo el mejor dato de la última década. En este contexto, las compras de los países que no pertenecen ni a la UE ni a la OTAN supusieron un 62% de las licencias totales de ventas de armas alemanas, consiguiendo un volumen de exportación de 3.600 millones de euros, lo que equivale a un incremento del 38%.
Estos datos contrastan con los de las licencias de países miembros de la Unión Europea y la Alianza Atlántica, que abarcaron un 38% del total de las licencias y se quedaron en un valor final de 2.200 millones de euros.
En el gasto por países, Argelia fue el mejor cliente gracias a las solicitudes de camiones, material de vehículos militares y otros contratos que ascendieron a 826 millones de euros, mientras que Arabia Saudí optó por la adquisición de aviones de combate, tanques e incluso helicópteros valorados en 361 millones de euros. Qatar fue el segundo importador más importante con un volumen de 673 millones de euros al adquirir sistemas de radar o un simulador del vuelo. El informe también indica que las ventas de armas de guerra se redujo hasta los 933 millones de euros.
Estos datos llegan en un contexto de fuerte polémica en Alemania, donde el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, confirmó que se iban a revisar los requisitos para la exportación de armas a países que tuvieran una cierta inestabilidad política. El caso que escenificó esta nueva situación lo representa el contrato de los Leopard a Arabia Saudí, que ha paralizado Berlín por la controversia de vender armamento a países con dudosa reputación sobre el respeto a los derechos humanos.
Las nuevas medidas de restricción podrían empezar por el envío de inspectores a estos países para verificar la utilización del equipamiento militar, además de otras como el aumento de la transparencia sobre el proceso de aprobación de la respectiva licencia de venta.
Las previsiones para 2014 prevén que la tendencia de crecimiento de las ventas de armamento de Alemania sigan la misma línea a pesar de las nuevas limitaciones, ya que sólo durante los cuatro primeros meses del año se habían autorizado transferencias de armamento por valor de 1.200 millones de euros, que tenían en países que no pertenecían a la UE el 54% del total de las ventas.
Con estos datos, Alemania se mantiene en el podio de los grandes exportadores de armamento a nivel mundial, sólo por detrás de Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, en los últimos cinco años (2009-2013) se vislumbra un retroceso sobre el porcentaje que representaba en el total de ventas a nivel mundial respecto al periodo comprendido entre 2004 y 2008, al pasar del 10% al 7%. (J. Martínez)
