El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, canceló la creación de una Guardia Nacional, que se hubiera formado con tropas selectas del Ejército, la Fuerza Aérea, de la Marina de México y policías federales. Alfonso Durazo, quien ocupará la cartera de secretario de Seguridad Pública Federal en el gobierno de Obrador, informó lo anterior y argumentó apenas hace dos días que el desistimiento del futuro presidente de México se debió a que la creación de dicho cuerpo especial implicaría reformas a nivel constitucional, además de una fuerte erogación presupuestal y eso iba en contra de las políticas de austeridad enarboladas por el ex candidato presidencial.
El futuro secretario de Seguridad Pública Federal (SSPF) se reunió con quienes serán los nuevos Senadores de la República y al término de encuentro dijo a la prensa nacional que López Obrador decidió cancelar en definitiva la creación de la Guardia Nacional, porque también habrá cambios profundos en la estrategia de seguridad y en el diseño de las políticas para combatir al crimen organizado, especialmente al narcotráfico.
De acuerdo con lo anunciado por Durazo, la nueva estrategia de combate a la inseguridad y al crimen organizado dejará de priorizar los enfrentamientos y la captura de capos para centrarse ahora en el ataque a sus recursos financieros. Acerca de la cancelación de la Guardia Nacional, explicó que su objetivo era optimizar el aprovechamiento de todos los recursos de todas las instancias vinculadas a la seguridad, “pero estimamos una serie de modificaciones legales que en este momento no tiene sentido para nosotros impulsar, porque hay otras prioridades”. Para cumplir con esas prioridades es necesaria la optimización de los recursos y esto se garantizará mediante la coordinación, señaló.
López Obrador ganó las elecciones presidenciales del pasado 1° de julio en México y de inmediato su equipo de trabajo dio a conocer documentos con los lineamientos principales y las acciones de su gabinete de acuerdo con las problemáticas a atacar. El documento que ha servido de guía se titula documento “López Obrador, Equipo de Trabajo y Agenda”, y en el apartado de seguridad se señalaba que “la figura de Guardia Nacional está contemplada constitucionalmente, aunque sí se tendría que presentar una iniciativa ante el Congreso de la Unión para reglamentarla”.
El proyecto para crear la Guardia Nacional indicaba que para lograr la meta se contaría “con el apoyo de los 214,157 soldados y 55,574 marinos que en la actualidad permanecen organizados bajo el mando de oficiales del Ejército y de la Marina, en regiones, zonas, batallones y otros agrupamientos menores”. Se indicaba incluso que los mandos de la Guardia Nacional serían directores operativos a expertos en materia de seguridad como policías, soldados y marinos, pero en el ámbito político y administrativo, contará con expertos en administración pública”.
El documento, de 81 páginas, precisaba que la Guardia Nacional no sería una policía única ya que “la Secretaría de Seguridad Pública sería cabeza de sector de este organismo”. Sobre la presencia de las fuerzas armadas en las calles del país y su eventual regreso a los cuarteles, el documento del equipo de López Obrador es claro al señalar que “mientras se profesionalizan las policías estatales, el Ejército y la Mariana seguirán participando en labores para garantizar la seguridad pública”. Sin embargo, “las Fuerzas Armadas serán retiradas paulatinamente de dichas labores, hasta que se preparen fuerzas especiales para las 32 policías estatales y se cree la Guardia Nacional”, agregaba el texto. (Jorge Alejandro Medellín)
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