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Letov S-231

Láminas históricas de la Revista Defensa

El Letov S-231 había nacido en 1932 proyectado por Alóis Smolisk de la fábrica Vojenska Letadla Tovarna (LETOV), de Praga, siendo en realidad una versión reformada del anterior S-131 del año 1929.

Era de estructura totalmente metálica, de tubos de aluminio, revestida de tela a excepción de la sección delantera del fuselaje que lo estaba de planchas de aluminio. Las alas, también metálicas y de cuerda constante, estaban enteladas.
El tren de aterrizaje, de patas independientes arriostadas, era muy alto debido al gran tamaño de la hélice.
El Letov S-231 estaba propulsado por un motor en estrella Walter Merkur de nueve cilindros que desarrollaba una potencia de 560 CV. Indistintamente montaba un motor inglés Bristol Mercury-VI de 510 CV. El motor quedaba cubierto por un gran anillo Naca y movía una hélice bipala de madera.
En origen, los Letov S-231 estaban armados con cuatro ametralladoras Vickers de 7 mm montadas en el plano superior. Con una envergadura de 10,06 m tenían una longitud de 7,80 y un peso con carga de 1.770kg, pudiendo lograr un techo máximo de 9.300 m, alcanzar una velocidad de 348 km/h, que en aterrizaje era de 100 km/h, con una autonomía de 450 km.
Al iniciarse la guerra, el Gobierno compró a Estonia siete de estos aparatos que llegaron al puerto de Bilbao a finales de 1936, siendo trasladados a Santander para su montaje, operación que se realizó sin instrucciones específicas ni planos, ignorándose incluso el decalado de las alas. Como venían sin armamento alguno, se les montaron dos ametralladoras de 7 mm. en el plano superior.
Con el código CL fueron asignados al frente norte, en especial para la defensa de las ciudades portuarias, estando basados en Carreño. Estos siete aviones dieron muchos quebraderos de cabeza a los pilotos que tuvieron que volarlos, pudiendo estar lista para el combate sólo una patrulla de tres aparatos pilotados por Zambudio, Barbero y Olmos, pues dos de ellos sufrieron averías en el primer despegue y en la siguiente salida otros dos resultaron dañados de gravedad.
En el mes de mayo de 1937 cuando Olmos estaba tratando de alcanzar a unos Chatos para ponerse en formación con ellos, fue interceptado por sorpresa y derribado, cayendo prisionero.
De los dos Letov S-321 restantes en servicio, uno resultó destruido durante un bombardeo de Gijón y el último fue capturado por las tropas nacionales, siendo exhibido posteriormente en la exposición de material de guerra capturado celebrada en el Gran Kursal de San Sebastián.

Durante el año 1937, otros diez Letov S-231 llegaron a Cartagena pasando, al mando del capitán José Bastida, a formar la segunda escuadrilla del Grupo 71. También recibidos desarmados, fueron provistos de dos ametralladoras en los planos inferiores y una tercera sobre el capó, todas
ellas sincronizadas con el paso de la hélice.
Poco se sabe de esta unidad, sólo que intervino raramente en frentes activos. Uno de ellos, el CL-004, fue dado de baja al internarse en Francia. Otros se perdieron en 1939 durante un bombardeo nacional de la base de Bañolas y tres supervivientes pasaron al Grupo 3W al terminar las operaciones.
 

Texto y dibujos Juan Abellán

 


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