Boeing, que ha diseñado y operado sistemas submarinos tripulados y no tripulados desde los años sesenta, ha presentado el “Echo Voyager”, su último vehículo submarino no tripulado (UUV), que puede funcionar de forma autónoma durante meses gracias a un sistema híbrido recargable y a un compartimento modular de carga. El vehículo, de 15 metros de largo, no sólo es autónomo en movimiento, sino que también se puede lanzar y recuperar sin los barcos de apoyo que asisten normalmente a los vehículos submarinos no tripulados. El Echo Voyager , que se une al Echo Seeker (de 10 metros) y al Echo Ranger (de 5 metros y medio), comenzará las pruebas en mar abierto frente a las costas de California este verano.
Puede recabar datos en alta mar, subir a la superficie y enviar esa información a los usuarios prácticamente en tiempo real. Según Lance Towers, Director de Sea & Land de Boeing Phantom Works, "hasta ahora, los vehículos submarinos no tripulados necesitaban un barco y una tripulación en superficie para realizar sus operaciones diarias. El Echo Voyager elimina esa necesidad y los costes asociados".