(defensa.com) El hasta ayer Director Nacional de Información e Inteligencia de la Policía Nacional, Comisario Inspector José Colman, llamó varias veces a la ahora ex embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, (relevada antes de cumplir su período en circunstancias poco claras), para concretar una reunión solicitando a la representante estadounidense le diera los detalles y prontuarios de los seis exreclusos de Guantánamo que vinieron a Uruguay días atrás, la mayoría apresados en la frontera entre Pakistán y Afganistán hace más de una década.
La ex diplomática, sobre cuya sorpresiva salida de Uruguay se tejen muchas hipótesis desfavorables- no le brindó la información y le señaló que la misma estaba en conocimiento del presidente José Mujica, a quien habría enterado antes de su retiro de Uruguay. Simultáneamente se desarrolló -centralizada en la central sindical marxista PIT/CNT y medios de izquierda-una intensa y curiosa campaña publicitaria a favor de los ex reclusos musulmanes, ya que casi un 59% de la población se opuso a su llegada al país, la cual se dilató, pese a intensas gestiones de la Casa Blanca, hasta después de las elecciones nacionales, pues la mayor parte del espectro político, incluso algunos sectores del oficialismo, fueron contrarios a la misma.
Aparentemente, las dudas policiales estribaron en saber si los ex detenidos tendrían perfiles más cercanos al terrorismo u otros delitos comunes en la región donde fueron capturados- y en la cual no existen posibilidades turísticas- como tráfico de opiáceos, armas o trata de personas. Aunque se mencionó como ítem circunstancial de la destitución de Colman el haber abandonado el arma en una recorrida, luego se supo el motivo fundamental de la medida . (Javier Bonilla)
