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Miércoles, 24 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La cocaína trasiega por Sudamérica en forma creciente como pasta base a ser refinada en los mercados locales

El Grupo  Especial de Fronteras (GEFRON) y el Centro Integrado de Operaciones Aéreas (CIOPAER) de Mato Grosso participaron, el 5 de junio, en una operación integrada con la Policía Federal, el Grupo de Radio de la Patrulla Aérea de Goiás (GRAER), Policía Militar de São Paulo y la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), confiscando un avión Piper Navajo que transportaba unos 450 kilos de pasta base de cocaína, en el aeropuerto de Fernandópolis (S.Paulo). El narcótico está valorado en casi dos millones de dólares. Los dos ocupantes del avión fueron arrestados.

Durante la inspección de rutina, después de interceptar la aeronave por carecer de plan de vuelo sobre el espacio aéreo en Mato Grosso, los cazas Super Tucano de la FAB determinaron su aterrizaje. La acción involucró dos aviones A-29 Super Tucano, además de todo el Sistema Brasileño de Defensa Aeroespacial (Sisdabra).

Según la FAB, el avión sospechoso se clasificó como tráfico aéreo desconocido y se sometió a procedimientos de interrogatorio y seguimiento hasta el aterrizaje, todo bajo la coordinación del Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE). Después del aterrizaje, la Policía Federal y la Policía Militar local se hicieron cargo de las acciones.

La sospecha es que el avión salió del estado amazónico de Pará, aterrizó para transportar el narcótico en Mato Grosso y luego despegó. Los sospechosos y los bienes incautados fueron llevados a la estación de la Policía Federal en Jales (noroeste de São Paulo). Los presos deben responder a los cargos de narcotráfico internacional. Las investigaciones determinarán el destino de la droga. El mes pasado, el Gefron también participó en una operación integrada con la Policía Federal, la Policía Militar de Amazonas y la Fuerza Aérea Brasileña que resultó en la intercepción de un avión y lo obligó a aterrizar en el aeropuerto de Porto Urucu, en Coari (438 kilómetros de Manaos). Llevaba 418 kilos de pasta a base de cocaína, valorada en un millón y medio de dólares.

Otras capturas de droga en Brasil y otros países del Mercosur (Paraguay y Uruguay, por ejemplo, donde ya se sospecha la existencia de laboratorios embrionarios.) sugieren que, debido a la posible existencia de varios laboratorios clandestinos en el continente, además de clorhidrato de cocaína, la droga aumenta su circulación, también como pasta base, más allá de su consumo como tal, pues aumentan las facilidades locales para refinarla en diversos destinos o hubs, arriesgando menos capital por parte de los traficantes mayoristas originales, de Bolivia, Colombia y Perú, lo cual debería cambiar las modalidades represivas y los planteos en materia de Inteligencia. (Javier Bonilla, corresponsal del Grupo Edefa en Brasil)


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