(defesa.com) El número de incendios en enero de 2015 es el más alto registrado ese mes desde 1999, cuando el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) inició la comparación diaria de seguimiento por satélite de la ocurrencia de estos eventos en Brasil.
A finales de enero, el INPE, mediante su Proyecto de Monitoreo de Incendios, ya grabó 4.139 focos, frente a los 2.634 de enero de 2014. Se observó que el récord anterior para el mes de enero fue en 2005, cuando los satélites detectaron 4.047 brotes en el primer mes del año.
Para los investigadores del INPE, el aumento en el número de incendios debe servir como una advertencia a la sociedad. Aunque el clima favorece la propagación del fuego, la gran mayoría de los incendios y los incendios forestales se inicia por acción humana. La detección sistemática de estos puntos calientes en poder del INPE es pionera. Desde 1987 se han mejorado las tecnologías para el monitoreo de estas quemas a través de imágenes de satélite, lo que es especialmente útil para las zonas remotas sin medios de vigilancia intensiva, una condición que es la situación general promedial en Brasil.
Cientos de datos son generados y distribuidos diariamente, como las coordenadas geográficas de los focos o alertas por correo electrónico, eventos en áreas de especial interés, estadísticas de riesgo de incendio, estimaciones de concentración de humo, etc. Todos los datos están disponibles en Internet por parte del INPE, sin costo para el usuario, unas tres horas después de su generación. Las técnicas que intervienen en este proceso también se desarrollaron en el INPE, incluidos los métodos de detección de focos de juego con satélites, sistemas de información geográfica, los modelos de riesgo de incendios, etc. En la página de Monitoreo de Quemas e Incendios, además de actualizar siete veces al día el mapa de puntos de calor, el INPE ofrece un sistema de información geográfica específica praa las áreas protegidas del país, entre otros servicios.
Este monitoreo ayuda al gobierno federal en el control de aquellas situaciones de riesgo de grandes incendios forestales, así como los organismos ambientales, de Defensa Civil y Cuerpo de Bomberos a combatir los incendios. Entre los usuarios habituales se pueden incluir incluso departamentos regionales ambientales, ONG o ciudadanos interesados, más allá de los organismos de países vecinos que tienen libre acceso a este sistema. (Javier Bonilla)
