Brasil cede un sismógrafo a Uruguay

Ante la reiterada negativa presupuestal en los últimos 8 años a adquirir un mínimo de tres sismógrafos e inclusive alguna expresión irónica del presidente José Mujica, hacia la jefa de cátedra de geología que lo tramitaba por haberse hecho años atrás eco de una alerta del gobierno japonés sobre un tsunami originado en la zona antártica, que haría eclosión en la costa Atlántica,el cual se disolvió unos cientos de millas antes, la Facultad de Ciencias siguió buscando ese recurso técnico. Ante la perspectiva que prospecciones petrolíferas terrestres de riesgo,sumadas a  la búsqueda de gas utilizando la controvertida técnica del fracking (fráctura hidráulica) y  la futura macro minería a cielo abierto puedan repercutir negativamente en suelos y subsuelos, la jerarca docente, Dra. Leda Sánchez, gestionó fuera del país la llegada de uno de esos dispositivos, obteniendo la cesión de, al menos, una unidad, por parte de la Universidad de Sao Paulo (USP). El sismógrafo estará conectado a la red sismológica brasileña y permanecerá en Montevideo alrededor de tres años, período en el cual se buscarán otras fuentes de financiamiento para establecer la anhelada red nacional. Si bien Uruguay, más allá de réplicas de terremotos en Argentina a mediados de los 70, pasó los 100 años anteriores sin un sismo relevante, siendo uno de los países menos comprometidos de Sudamérica, la profusión de proyectos con afectación del suelo y subsuelo, además de la citada posibilidad de Tsunami en 2007, advertida por Japón, aconsejan algún tipo de prevención sustentada tecnológicamente, máxime cuando otros fenómenos, estos puramente meteorológicos , han superado las posibilidades de defensa civil cuando sucedieron.

Actualmente , otra preocupación de este centro de estudios es la instalación ,sin consideraciones  ni ambientales ,ni de considerar la interferencia en otros dispositivos tecnológicos, de parques eólicos-necesarios para incrementar el potencial energético del país- , alguno de los cuales (los próximos a Punta del Este) contaminarían señales de radares náuticos o aeronáuticos, así como de torres de comunicación. (Javier Bonilla)