El asesinato de cuatro líderes indígenas peruanos en la frontera con Brasil alerta a la Policía Federal y a la Força Nacional

(defensa.com) La muerte de cuatro líderes indígenas peruanos del pueblo Ashaninka en la región fronteriza con el Acre ha empujado al gobierno del estado a solicitar ayuda federal para garantizar la seguridad en Ashaninka, territorio indígena cerca del Río Amônia, que se encuentra en el lado brasileño, en Marechal Thaumaturgo a 559 km de Rio Branco (capital de Acre) adonde estos se dirigían.

El gobierno de Acre informó que un equipo de la Policía Federal ha sido enviado a la aldea y espera confirmar alguna información para solicitar la asistencia de  más efectivos policiales o de las Fuerzas Armadas y de otras agencias federales, como la Força Nacional . El asesor de Asuntos Indígenas de Acre, Dewey Kashinawa, informó que el gobierno estatal le notificará la situación al Ministerio de Justicia y  al de Relaciones Exteriores.

"La comunidad exige más seguridad, el gobernador pondrá en contacto con el Ministerio de Justicia para enviar a las Fuerzas Armadas y Policiales. Pyãnko Francisco [líder indígena] fue enviado a la aldea para tener una reunión con las comunidades y una mejor comprensión de lo que realmente ocurrió", dijo.

La Fundación Nacional del Indio (Funai) informó que está en tratativas con los representantes de la Policía Federal, el Ministerio Público Federal y el Consulado del Perú para investigar las denuncias de muertes y fortalecer la seguridad en el pueblo.

Edwin Chota Valera, Quinticima Leoncio Meléndez, Jorge Ríos Pérez y Francisco Pinedo, miembros de la comunidad nativa Alto Tamaya - Saweto, murieron en el 1 de septiembre en la frontera con Perú mientras viajaban por el bosque hacia sus terrirotios del lado brasileño de la frontera. Se sopecha de una acción del narcotráfico, que ya ha utilizado reservas indígenas como santuario. (Javier Bonilla)