El actual gobierno polaco, aupado el pasado mes de octubre en las urnas, ya se mostró, mientras estaba en la oposición, en contra de la elección del Caracal, torpedeando ahora la ejecución de la adjudicación a Airbus Helicopters del pedido de 50 helicópteros de transporte H225M Caracal, contrato adjudicado en abril del año pasado por un importe aproximado de 2.500 millones de dólares.
Las tensiones tienen su foco en la negociación de las compensaciones industriales, hasta llegar al punto de que el viceministro de Defensa polaco, Bartosz Kownaki, ha dado de plazo hasta el próximo 10 de febrero para se llegue a un acuerdo bajo la amenaza de cancelación del pedido. Uno de los pilares del contrato suscrito con Airbus Helicopters es la carga de trabajo local, que repercutiría en Polonia en la creación de 1.200 puestos de trabajo derivados de la creación de un centro de diseño, producción y mantenimiento.
Airbus Helicopters se ha aliado con la empresa polaca Heli Invest Services, igual que hicieron sus dos competidores, la estadounidense Sikorsky, con PZL Mielec para concurrir con el S-70 Black Hawk, y AgustaWestland, que llegó a acuerdos con PZL Swidnik para presentar el AW149. Además, el Ministerio de Defensa tiene en marcha otra licitación para adquirir hasta 30 helicópteros de combate, concurso en el que puja el Tigre. Por último hay que recordar la importancia que ha alcanzado el mercado polaco para el grupo Airbus, país que es el primer usuario del avión de transporte táctico C295. En enero del año pasado se anunció la posible creación de un centro de diseño de vehículos no tripulados y un mes después el fabricante europeo abría una oficina de diseño. (José Mª Navarro García)
