Poco después de la medianoche montevideana, fallecía, a los 74 años, el ministro de Defensa uruguayo, recientemente internado en el Hospital Militar tras un nuevo episodio de EPOC (el anterior fue en mayo de este año) y tres fracturas de cadera, cuadro que se desencadenó horas después de una ceremonia de puesta en el cargo de un nuevo Brigadier en la Fuerza Aérea, el jueves pasado. El jerarca, quien asumió a fines de julio de 2011 la cartera, tras una polémica renuncia de su correligionario Luis Rosadilla, luego de un comienzo con algunos tropiezos, se afianzó en el puesto un año después, siendo visto por los militares como un interlocutor válido, no obstante su pasado guerrillero de muy alto perfil, por lo cual el actual presidente Tabaré Vázquez lo había ratificado en el cargo al asumir en marzo de 2015.
Habiéndose opuesto a su propio partido a derogar la ley de amnistía a los militares votada durante la restauración democrática de mediados de los años 80, en un intento plebiscitario durante las elecciones de 2009 y deslindado responsabilidades con los grupos más radicales que aún insisten en revivir episodios de la lejana dictadura, terminada hace casi 32 años. También se opuso a los fortísimos recortes en su ministerio, no solo en materia presupuestal y de equipamiento, sino en todo lo que atañe a la órbita previsional, actualmente en debate, no eludiendo la polémica en este y otros temas urticantes, especialmente respecto a grupos autodenominados de “Derechos Humanos” o “Pacifistas”, granjeándose antipatías en el seno de la propia izquierda que lo había catapultado ,en la cual abundan los prejuicios anti castrenses
Fernández Huidobro fue uno de los fundadores y principales dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros durante los años 1960, agrupación que habiendo optado inicialmente por el terrorismo, se reinsertó, al menos mayoritariamente, en la lucha político-electoral desde mediados de 1985. El ex ministro fue diputado, senador y en ocasiones ejerció la vicepresidencia interina del país. Fue columnista de diversos órganos de prensa y escritor. Existe gran inquietud en esferas castrenses por conocer el nombre de su sucesor, figura que aún no se vislumbra en el seno del actual oficialismo. (Javier Bonilla)
