La Legión española y los problemas de la profesionalización
Revista Defensa nº 262, Febrero 2000, José Ramón RIUS
Jose Ramón Rius, 6 de enero de 2017
Sobre el tema de la profesionalización de las Fuerzas Armadas españolas se ha escrito mucho —que nunca bastante— y de un modo generalizado, pero siempre —sobre todo en nuestras páginas — al hilo de la gravedad y la importancia que el mismo posee. Esta vez, volvemos a abordarlo desde una óptica más singular. En concreto los problemas y carencias que dicha política genera en las unidades de La Legión española. Recordemos que, ubicados en las plazas de soberanía españolas de Ceuta y Melilla, algunos de sus Tercios son la primera línea del sistema defensivo nacional, siendo a la vez un referente destacado en las misiones internacionales asumidas durante los últimos años por el Ejército de Tierra.
Esos dos roles pueden verse comprometidos si el voluntariado sigue fallando y si no se adoptan las medidas de todo tipo —profesionales, salariales y, por supuesto, morales y patrióticas— que inviertan antes de que sea demasiado tarde la actual tendencia. EL FACTOR HOMBRE Desde siempre, el principal valor con que cuenta un Ejército es su componente humano, tanto cuantitativa como cualitativamente, y La Legión, que siempre se nutrió de voluntarios, lo tuvo de varios tipos, de acuerdo con la evolución de la sociedad y los distintos ciclos históricos vividos desde que la crease, en 1920, el entonces teniente coronel D. José Millán Astray. En estos tiempos, que son los que son, se llama, como ocurriera en el pasado a lo largo de tantas décadas, a la juventud... que es la que tenemos. O...
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