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El Hispano NIEUPORT 52

Láminas históricas de la Revista Defensa

En el año 1927 fue convocado por el Gobierno español un concurso para dotar con un avión de caza a la Aeronáutica Militar Española (AME) al que concurrieron tres modelos, los franceses Dewoitine D-27 y Nieuport-52, y el español Loring C-1.  Las pruebas de evaluación pusieron de manifiesto las mejores características del Nieuport-52 por lo que fue elegido, cerrándose un acuerdo en cuyo marco se contemplaba la construcción en España, bajo licencia, de 91 aviones al precio de 45.000 pts en la factoría Hispano Suiza de Guadalajara, de donde recibiría su nueva denominación de Hispano-Nieuport-52. La primera unidad efectuó el primer vuelo de pruebas el año 1930, desde Getafe, con el piloto Spencer a sus mandos.

Era un aparato de estructura totalmente metálica, tanto en sus elementos fijos como móviles, recubierta de chapa de aluminio, lo que representaba un avance técnico importante para la época. Estaba propulsado por un motor de tipo lineal Hispano Suiza, de 12 cilindros en V, que desarrollaba una potencia de 580 CV y movía una hélice bipala de madera. Su longitud total era de 7,64 m con envergadura de 12 metros. Alcanzaba una velocidad máxima de 260 kilómetros/hora con un techo operacional de 8.200 metros, teniendo al aterrizaje 125 km/h. Como armamento disponía de dos ametralladoras Vickers de 7,7 mm. montadas sobre el capó y sincronizadas con el paso de la hélice, siendo su dotación de municiones de 1.000 cartuchos.
En 1936 el Hispano Nieuport-52 era el avión de caza de protección de la Aviación de la República española con 35 aparatos en servicio distribuidos en el Grupo 11 en Getafe, Grupo 13 en el Prat y una escuadrilla del Grupo Mixto 12, en Tablada. Al producirse el Alzamiento del 18 de julio quedaron del lado del Gobierno 26 aparatos de los Grupos 11 y 13, pues una escuadrilla de este último destacada en Armillas (Granada) se había reintegrado al Prat, en junio. La zona nacional contó con los nueve aparatos de Sevilla al mando de Gil Mendizábal, cuyo emblema era un ciervo saltando.
Los aviones gubernamentales desarrollaron una incansable actividad durante los primeros meses de la guerra en los amplísimos frentes de entonces, actuando los del Grupo 13 en Aragón, desde los Pirineos hasta Teruel, basados en Lérida y Sariñena mientras que el Grupo 11, establecido en Getafe, intervino en Andalucía, Extremadura y montes al norte de Madrid. Entre tanto, los Nieuport-52 se seguían fabricando en Sabadell y Alicante, entregándose hasta el mes de octubre un aparato diario a las unidades.
En la zona nacional, en Armillas, el 21 de julio aterrizaron, por error, tres aparatos procedentes de Madrid y el 7 de agosto otro Nieuport-52 pilotado por César Martin Campos llegó a Burgos. Estos trece aviones se dedicaron a la cobertura de caza repartidos por los frentes del Norte, Centro y Sur. Cuando los Nieuport-52 cedieron su puesto y pilotos a los nuevos Heinkel y Fiat, cumpliendo desde Escalona y Olmedo sus últimos servicios de protección de la retaguardia se retiraron las tres patrullas del Sur, Zaragoza y Burgos y formándose el Grupo 1. Al mismo pertenecieron todos los Nieuport-52, originales y capturados, dedicándose a la protección y escuela en la zona de Levante hasta 1939, año en que fueron dados de baja, sin que lamentablemente se haya conservado un solo ejemplar de este histórico Hispano Nieuport-52. Al constituirse el Grupo 1 de Nieuport, fueron pintados con el color arena italiano y recibieron los emblemas definitivos: un circulo negro con aspas blancas, en los planos, mientras que en el timón, las aspas eran negras sobre fondo blanco.

 

Las ilustraciones representan los emblemas de los pilotos de ambos bandos y a sendos Hispano Nieuport-52 de los Grupo 13, republicano, y Grupo 1, nacional.
(Texto y dibujos de Juan Abellán).


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