Tras haber permanecido en tierra después del accidente de una aeronave de este modelo, perteneciente al Escuadrón Aéreo Nº 2 el pasado 12 de agosto, muriendo sus dos pilotos, los A-37B han retornado a la actividad. Así, el 24 de agosto despegaron dos de estos aparatos desde su base en Durazno rumbo a Montevideo para un sobrevuelo sobre áreas céntricas y costeras. Los aviones, según un comunicado de la Fuerza Aérea "se encuentran en orden de vuelo luego de haber sorteado las inspecciones de mantenimiento especialmente solicitadas por el Mando, comprobándose que se encuentran en condiciones de aeronavegabilidad".
Se estima que dos o tres ejemplares de Dragonfly sean los que efectivamente estén activos por el momento. Horas antes, uno de los dos IA -58 Pucará, todavía de alta en la FAU hasta fines de marzo próximo, cuando serán desprogramados, habría registrado algunos inconvenientes técnicos. Mientras tanto se mantiene la urgencia impostergable de obtener nuevos equipos de vuelo, dado lo precaria de la situación material de la Fuerza, que afecta tecnológicamente por un sinnúmero de carencias materiales a su sede operativa de combate, la Base Aérea No. 2 (Durazno), con sus ayudas electrónicas(ILS, NDB) hace años inactivas e inclusive las de aproximación u orientación lumínica, así como dificultades en sus calles de rodaje, con limitaciones operativas de peso, problema que también afecta a buena parte de los aeropuertos comerciales uruguayos actualmente. (Javier Bonilla)
