El Leopard II A4CHL, caballo de batalla de las unidades acorazadas chilenas
Revista Defensa nº 426, Octubre 2013, Cristian Marambio
Cristian Marambio, 2 de julio de 2016
1998, Pampa Chaca: un escuadrón de tanques M-50 y otro de M-51 avanza en las dunas del desierto de Atacama, donde debido a la densa chusca, un tipo de arena muy fina y extremadamente liviana del desierto de Atacama, sólo el motor Detroit de los segundos, más ronco, lo diferencia de los M-50, aun con motor Cummins. Algo más de dos décadas después se repite el ejercicio táctico. Sin embargo, el rugido es reemplazado por el de los MTU de 1.500 CV de los nuevos “Leopard IIA4CHL”.
Sin lugar a dudas, un salto tecnológico y cualitativo impresionante, no exento de problemas, es lo que ha significado la modernización del Arma de Caballería Blindada del Ejército de Chile. Es a mediados de la década de los noventa que enfrenta la necesidad de modernizar su heterogéneo y vetusto parque de tanques, en esa época conformado por M-41A1 y M-24 procedentes de Estados Unidos, M-50 y M-51 adquiridos en Israel de segunda mano y una unidad de AMX-30B/B1 franceses, estos últimos desplegados en la zona austral de Chile. El Ejército comienza a negociar en Bélgica con SABCA la compra de 67 carros de combate usados Leopard A1BE, que, tras ser inspeccionados por personal chileno, son rechazados debido a su mal estado generalizado, pues suponía un alto costo de modernización. foto: Primera imagen oficial de un “Leopard IIA4” chileno el día de la ceremonia de entrega en Alemania (foto KMW). Es así como se evalúa una segunda oferta...
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