La vela en la Armada Española
Revista Defensa nº 325, Mayo 2005
Colectivo Lontra, Diego Quevedo Carmona, 8 de marzo de 2018
Aunque en nada se parezcan a sus antecesores previos al siglo XIX y de militares tengan muy poco, la Lista Oficial de Buques de la Armada ha visto crecer progresivamente el número de sus veleros, consagrados en exclusiva a la formación marinera de oficiales y suboficiales. Además, al empezar 2003 ingresó en el Tren Naval un numerosísimo plantel de veleros muy pequeños, que incrementaron el número de sus embarcaciones en un 50 por cien.
Pasamos revista a la actualidad de la vela en la Armada Española.
“Elcano”: una génesis poco conocida
Ciertamente, serían varias insuficiencias concatenadas las que forzaron a realizar un proyecto que obtuvo éxito, hizo historia y mereció, incluso, ser reproducido.
Después de la Gran Guerra, la de 1914-18, al amparo de la Ley Miranda la Armada había decidido sustituir el decrépito buque-escuela de vela Nautilus. Buscando entre los grandes veleros de carga que todavía subsistían en importante número en aquella época, creyó hallar la solución en dos barcos construidos en Glasgow pero de bandera italiana, llamados Augustella y Clarastella, que se ofrecían muy baratos en 1922. En lugar de escoger uno, la Armada adquirió ambos, los trasladó a España y los rebautizó, respectivamente, Minerva y Galatea.
Los buques no eran iguales siendo mayor el Minerva —originariamente Jordan hill—, que como mercante arqueaba 2.291 toneladas brutas frente a las 1.613 del Galatea, pero diferían, sobre todo, en el aparejo: el Minerva era un bricbarca de cuatro palos botado en 1892, mientras que el Galatea, cuatro años más joven, arbolaba tres mástiles....
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