La futura lista de la Armada española
Revista Defensa nº 390, Octubre 2010, Colectivo Lontra
Si, en la primera mitad de los años noventa, la Lista Oficial de Buques de la Armada rebasaba las doscientas unidades, mal alcanzará las noventa cuando comience 2012. ¿Se han reducido radicalmente sus capacidades? Categóricamente no. Desde luego, el número de sus buques principales es apreciablemente menor, pero han crecido en tamaño y modernidad relativa: sin la menor duda, ya hace tiempo que la Armada apuesta por la calidad frente a la cantidad.
A mediados de los noventa se produjo una drástica reducción del número de unidades a flote, pero la espectacularidad de la cifra no significó ninguna merma significativa de capacidades: al desaparecer las funciones de las comandancias y ayudantías de Marina, causaba baja la pléyade de mini patrulleros de vigilancia interior y costera, de tamaños ridículos. Algo semejante sucede en el presente salto de década: la Armada prescinde de sus patrulleros menores para operar sólo con los más grandes, cuyo número y tamaño incrementa. Bien mirado, casi ninguna de las series llamadas a desaparecer la había financiado la Armada, sino ministerios civiles que ponían los barcos en manos militares.
Esta reducción no tiene nada que ver con la tremenda crisis, porque ya estaba programada desde mucho antes de desatarse la tempestad económica: la reorganización de las Fuerzas Armadas de 2006 (Boletín Oficial del Estado del 22 de abril)(1) ya prescindía de las series Dragonera, Anaga, Barceló, Aresa P101 e incluso de los menos añejos, los Toralla, planificando que la Armada sólo conservase los patrulleros de altura y el fluvial...
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