Fragatas, el caballo de batalla de las Armadas. Un repaso a las de la Alianza Atlántica
Revista Defensa nº 326, junio 2005
José María Peñaranda, 4 de febrero de 2018
Si buscamos en la enciclopedia Espasa la definición de la palabra fragata, encontraremos una acepción que se adopta a este trabajo: “Buque de guerra con misiones de patrulla y escolta”. En la época de los de vela, la fragata era mucho más ligera que el navío o buque de línea o “ship of the line” llamado así porque formaba en línea para el combate. La fragata, con menor armamento, servía de explorador de la flota, y al avistar al enemigo rápidamente regresaba a retaguardia para evitar ser destruida por el mayor alcance y calibre de los cañones de los buques de línea enemigos.
Los navíos fueron los antecesores de los acorazados y cruceros, hoy desaparecidos los primeros y prácticamente en extinción los segundos. Las fragatas, por el contrario, mantuvieron no sólo su nombre sino también su derecho a sobrevivir en el siglo XXI, convirtiéndose sin duda alguna en el índice de la potencia de una Marina moderna, y si a grosso modo decimos que la Royal Navy británica tiene 30 fragatas, la española 12 y la portuguesa 3, por poner un ejemplo, nos hacemos cargo de forma rápida, del posible potencial naval de estas tres naciones de gran tradición marítima.
Para el lector interesado habría que diferenciar la fragata de otro buque con cometidos similares, el destructor, cuyo único factor diferencial en la actualidad con respecto a la primera es el mayor desplazamiento o tonelaje. Inicialmente el destructor, destroyer o contratorpedero como se le conocía inicialmente, nace con vocación artillera, aunque...
Contenido solo disponible para suscriptores
Identificación
Suscríbase
Si no dispone de cuenta Paypal, pague con su tarjeta de crédito o débito