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Jueves, 28 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Los perros de intervención amplían las capacidades de las fuerzas especiales de la Armada española

La Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) ha ampliado su amplio elenco de capacidades con la inclusión de perros de intervención dentro del ámbito de trabajo de sus Equipos Operativos de Operaciones Especiales (OE), conocidos en el ámbito de la Armada como Estoles.  Los operadores Guerra Naval Especial (GNE) guías de perros de la FGNE, son miembros formados y titulados en operaciones especiales en los diferentes cursos que se requieren para formar parte de los Estoles. Posteriormente realizan una formación complementaria de seis meses en la Centro Militar Canino de la Defensa, (CEMILCANDEF) sito en Madrid, para ya poder terminar incluyendo a los canes dentro de las diferentes misiones que se realizan en la FGNE.

Dentro de las capacidades fundamentales de la FGNE sus perros de intervención o Special Operations Military Working Dogs (SOMWD) tienen unos cometidos específicos para el apoyo de los equipos operativos:

-Cometidos en zonas edificadas o Close Quarter Battle (CQB) y Military Operation on Urban Terrain (MOUT)

-Cometido desde embarcaciones ya sea de asalto a navíos hostiles o  Maritime Interdiction Operation Opposed Boarding (MIO OB) y con la especialidad de rehenes a bordo o Hostage Rescue Operations (HRO)

-Cometidos de Acción Directa (AD)

Para poder realizar los cometidos específicos, los perros de intervención deben estar “aptos” en cada uno de los métodos necesarios para la inserción de un equipo operativo de OE, así como los medios que se puedan llegar a utilizar para poner al equipo en el objetivo:

  • Inserción/extracción por medio helitransportado.
  • Inserción/extracción por medio de embarcaciones (EMBAS).
  • Inserción/extracción por medio de vehículos
  • Inserción por medio de saltos paracaidistas.

Actuación intermedia entre la inserción y la infiltración.

  • Fast-rope
  • Rapel

Para realizar todas las acciones intermedias entre la inserción y la acción en el objetivo, el perro de intervención debe de ser capaz de realizar todas y cada una de las acciones citadas de manera voluntaria y sin que haya adquirido ningún miedo previo durante el trabajo realizado.  Para ello debe hacer un periodo denominado de confianza e indiferencia para verificar que reacciona bien a todos y cada uno de los procesos intermedios, y poder hacer que el perro llegue a realizar su misión de la manera más estable psicológicamente.

Para convertirse en un perro de intervención no vale cualquier can, sino que para convertirse en un perro de OE equilibrado, confiado y dispuesto a realizar sus acciones de manera más eficaz, se requiere una exhaustiva selección que abarca:

-Indiferencia a los ruidos, sobe todo lo relacionado con detonaciones de cualquier arma o explosivo

-Indiferencia a los suelos escaleras superficies.

-Indiferencia a la oscuridad y al trabajo dentro de ella.

-Indiferencia al agua

-Inferencia a las alturas

Ya durante el citado curso, can y operador GNE guía inician su vínculo con ejercicios de obediencia básica para finalizar con ejercicios de obediencia táctica.

La obediencia táctica ya va enfocada a lo que viene siendo el trabajo con los equipos operativos, en cualquiera de los escenarios mencionados: CQB, MIO, AD. “Lo que se pretende con estos ejercicios es que el perro sea uno más del equipo y seamos capaces de llevarlo encuadrado dentro de una organización operativa”, nos comenta un profesional de la FGNE. Todo esto con el trabajo de confianza e indiferencia que se realiza a diario es necesario para que el perro sea capaz de superar cualquier situación desconocida para él, estrés o miedo.

Posteriormente, debe ir superando diferentes fases con la superación de los miedos de cada una de las situaciones a las que se enfrenten. (Julio Maíz Sanz).


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