Más capacidades para inserciones aéreas más discretas y precisas de los paracaidistas del Ejército de Tierra

Varias unidades del Ejército de Tierra (ET) español incluyen entre sus capacidades la del lanzamiento de personal en la modalidad del salto paracaidista manual y en la técnica HALO/HAHO (High Altitude Low Opening/High Altitude High Opening) que facilita inserciones aéreas más discretas y precisas.

En este último aspecto se lleva trabajando desde hace un par de años dentro del ET. Los especialistas del Mando de Operaciones Especiales (MOE), donde se está impulsando la obtención en cada uno de sus grupos (GOE, Grupo de Operaciones Especiales/BOEL, Bandera de Operaciones Especiales) de al menos un Equipo Operativo (EO) focalizado en los conocimientos más elevados en la capacidad técnica como manualistas, y los de la Compañía de Reconocimiento Avanzado (CRAV), que son el medio de reconocimiento especial adscrito a la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas, han realizado diversas actuaciones para mejorar las capacidades en torno a lo que se conoce como metodología HARP (High Altitude Release Point).

Empleando medios portátiles de proceso de datos y un sofisticado programa o software asociado a un equipo de posicionamiento global de alta precisión se pueden realizar diversos cálculos con la inmediatez que requieren aquellos que van a cumplimentar una misión de inserción aérea empleando el paracaídas manual. La avanzada herramienta de trabajo en la que vienen cooperando MOE y CRAV es especialmente útil para determinar el punto óptimo en el que se iniciará un lanzamiento. Al programa se le informa de datos como del peso del personal, el número de saltadores que conforman una determinada patrulla, el tipo y modelo de paracaídas que se va a usar, la altura de lanzamiento, el viento y otros datos adicionales para que concrete el punto óptimo donde saltar.

A través de diversos ejercicios y prácticas, como uno que tuvo lugar el mes de febrero pasado en Tembleque (Toledo), se van realizando experimentaciones tanto diurnas como nocturnas en torno al uso de la metodología HARP. Se ha validado el uso de equipos de visión nocturna durante el lanzamiento, los saltos tipo tándem en la que alguien experimentado transporta consigo a una persona que no conoce la metodología de salto, el lanzamiento de distintos tipos de carga, etc.

Importante en toda la experimentación ha sido el empleo de los paracaídas modelo Phantom que se caracterizan por una concepción tipo vela que incide en una mayor capacidad de planeo, lo que apoya a los saltadores cuando lo que buscan es una mayor discreción que evite su localización. El empleo de este modelo, que es el más moderno ahora en servicio en el ET, combinado con las herramientas HARP inciden en que el desarrollo de la inserción aérea sea más eficiente. Se conoce cuál es el punto óptimo para que el primer saltador se lance al vacío y algunos aspectos significativos de cómo será la precisión conseguida en todo el proceso de planeo hasta llegar a la zona de caída pretendida.

Las pruebas que se han ido realizando incidirán pronto en que tanto el MOE como la CRAV sean más eficaces en los cometidos que se les asignen y sobre todo en lanzamientos en los que no se haga uso de oxígeno, lo que incrementa el número de efectivos que pueden ser proyectados a una zona de operaciones determinada en lanzamientos realizados a altitudes de hasta 12.000 pies. (Octavio Díez Cámara)

Fotografía:El personal cualificado para la técnica HALO y HAHO es poco, por lo que con el uso de medios HARP se amplía la capacidad de los manualistas. (CRAV)

La metodología HARP mejora la precisión de los lanzamientos en apertura manual para lograr un mayor planeo y más discreción. (CRAV)

Los equipos de reconocimiento insertados por paracaídas manual de la CRAV y del MOE se beneficiarán de los desarrollos realizados en torno a las nuevas metodologías de salto. (Octavio Díez Cámara)