Además de contar con importantes sistemas de seguridad de última generación, la base “Gran Capitán” dispone de dos “extras” cuya labor resulta imprescindible para garantizar la protección de la fuerza perteneciente al contingente multinacional BPC VI: “Gábor” y “Janko”. Se trata de dos perros especializados en la detección de explosivos que cuentan con una dilatada experiencia en este campo. Los canes son capaces de detectar, de forma pasiva, siete sustancias diferentes en múltiples escenarios, tales como vehículos, paquetería, interiores y exteriores de edificios, y caminos o accesos.
Ambos perros, junto con su guía, el cabo 1º Monge, pertenecen al Batallón de Policía Militar nº1, con base en Bétera (Valencia), y desarrollan su labor diaria en el control de accesos a la base, en la Unidad de Seguridad del BPC VI. Cabe destacar que el equipo es un instrumento imprescindible para detectar la presencia de posibles sustancias explosivas, complementando las aplicaciones tecnológicas existentes, y su presencia es una potente medida disuasoria para todo el personal que accede a la base.
Un aspecto fundamental para asegurar la eficacia de estos animales es el adiestramiento, que debe ser continuo y diario para garantizar el mantenimiento de sus capacidades operativas. En este sentido, es determinante la labor del guía, ya que la fortaleza de un equipo cinológico se basa en la perfecta integración del binomio guía-perro, donde ambos elementos deben conocer las limitaciones de cada parte y cooperar para resolver los conflictos.
“Gábor” y “Janko”, desde que iniciaron su adiestramiento con 18 meses –en la actualidad tienen 7 años- no han dejado de cumplir su misión. No en vano, cuentan en su haber con varias medallas OTAN, en reconocimiento a la excelente labor desarrollada durante su despliegue en otras zonas de operaciones como Afganistán.
Fuente y fotografías: Estado Mayor de la Defensa