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Viernes, 29 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

EXPAL presenta el novedoso proyecto CRIO para la recuperación de los explosivos plásticos

La empresa, que lleva trabajando más de 30 años en el campo de la desmilitarización (DEMIL) de sistemas de munición, ha presentado su último y más novedoso programa, el CRIO, que consiste en la valorización de residuos de explosivo plástico mediante pulverización criogénica para su reconversión al ámbito civil. La presentación  tuvo como escenario la madrileña Fundación Gómez Pardo, aledaña a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid, ente universitario que colabora habitualmente con Expal y su matriz Maxam, y que estuvo representada por el catedrático José Sanchidrian.

Pedro Vigil, gerente de desarrollo de Negocio del Grupo MAXAM/EXPAL realizó una presentación de la larga y exitosa experiencia en el campo de la DEMIL, recalcando los 30 años de experiencia en los que se han realizado más de 1.000 referencias diferentes en este campo a favor de las Fuerzas Armadas de en torno a cuarenta países además de para la OTAN. Expal es una de las empresas líderes en la aplicación de los programas para la erradicación de las bombas de racimo y minas antipersonal, surgidos de los Acuerdos de Ottawa de 1997 relativos a la prohibición de las letales minas antipersonal, que firmaron 162 países, aunque no lo hicieron otros como Estados Unidos, China, Rusia.

Actualmente EXPAL tiene plantas propias, o participadas con socios locales, dedicadas a la DEMIL en Brasil, Bielorrusia, Bulgaria, Dinamarca, Italia y España, y firmaba en junio un acuerdo, ya en marcha, con el US Army de los Estados Unidos por valor de 156 millones de USD, que llevaran a los especialistas y las tecnologías de la empresa a Norteamérica.

En todo caso, como nos insistió, Juan Rosillo jefe del Producto de DEMIL, se mantienen siempre las más estrictas premisas de seguridad, y respeto total al medio ambiente, cumpliendo la legislación nacional, y de no haberla la muy exigente de la UE. Responsables del programa CRIO explicaron los pormenores de un proceso que soluciona la problemática para deshacerse de los denominados explosivos compuestos o plásticos, también conocidos por la designación inglesa de Plastic Bond Explosive (PBX), que antaño, como el resto de la munición ya no útil, se tiraba al mar o se explosionaban.

La nueva tecnología de DEMIL destinada a reciclaje de explosivos PBX mediante nuevas técnicas de crio-fractura ( por congelación en un baño de hidrogeno liquido) y molienda elimina el impacto ambiental de los procesos de destrucción actuales y permite la valorización del explosivo obsoleto para la industria civil, como su empleo en la fabricación de cartuchería para la caza, o en explosivos para su uso civil, destacando su aplicación en la fabricación de multiplicadores utilizados en minería y obras, de los que se ha desarrollado un nuevo modelo mucho más seguro.

La aplicación de estas nuevas tecnologías CRIO permitirá sustituir los procesos tradicionalmente empleados y muy costosos de incineración de los materiales energéticos extraídos en la DEMIL por procesos de revalorización, evitando el desperdicio energético de la incineración y las consecuencias medioambientales de los residuos generados.

El proyecto ha constado de dos fases, según explicó Pablo Bernárdez, responsable técnico de I+D, una primera, en 2014,  abordó las pruebas de validación de la tecnología CRIO, la segunda, en 2015,  acometió los ensayos de validación del proceso para su explotación. Se encuentra actualmente en su fase final de desarrollo, habiéndose conseguido unos resultados muy prometedores en los múltiples ensayos realizados en la planta de EXPAL Disposal & Recovery situada en El Gordo (Cáceres), que además es el único centro autorizado en España por el Ministerio de Defensa para el tratamiento y destrucción de municiones obsoletas o fuera de servicio, y que además cuenta con un área específica de entrenamiento de desactivación de explosivos, o Explosive Ordnance Disposal (EOD).

Al programa se le ha destinado un presupuesto total de 661.096 de  euros,  ha contado con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) que pertenece al Ministerio de Industria y Competitividad, que concedió un préstamo de 561.929 Euros, de los que 462.765 deberán reembolsarse.

Adicionalmente el proyecto ha sido cofinanciado con 97.783 euros mediante el programa EEA Grants, un Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo, que cuenta con la contribución de tres países: Noruega, Islandia y Liechtenstein, y tiene como objetivo reducir las desigualdades económicas y sociales y fortalecer la cooperación con 16 países beneficiarios de la UE, sitos al Este y al Sur de Europa, entre los que está España.  (Julio Maíz Sanz)


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