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Jueves, 18 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El Ejército del Aire tendrá sus primeros seis entrenadores en marzo del año que viene

El proceso de renovación de los medios de enseñanza básica del Ejército del Aire se ha acelerado en fechas recientes después de que el Consejo de Ministros aprobara el pasado 12 de julio un acuerdo que autorizaba la celebración del contrato valorado en 225 millones de euros para la adquisición de un sistema integrado para la Academia General del Aire (AGA) del Ejército del Aire.

Ahora, una vez que se ha hecho público el Anuncio de Licitación con los consiguientes Pliegos de Prescripciones Técnicas (PPT) y de Cláusulas Administrativas Particulares (PCAP) de dicho contrato, podemos adelantar importantes datos de dicho proceso, que viene a intentar paliar con urgencia una necesidad conocida hace años en el Ministerio de Defensa.

En primer lugar, se especifica se adquirirán 24 aviones turbohélices para la enseñanza básica, con unas especificaciones técnicas muy concretas que se detallan en el pertinente anexo. Esto limita las opciones a los cuatro turbohélices analizados hasta ahora como son el estadounidense Beechcraft T6C Texan II, el suizo Pilatus PC-21, el surcoreano KAI KT-1 y el brasileño Embraer Super Tucano.

Se trata de un proceso muy acelerado al que los fabricantes tendrán que dar muy rápida respuesta, porque como se especifica en el PPT, se deberán entregar los seis primeros aviones en marzo de 2020. Las entregas de los aviones deberán completarse en abril de 2022. Los aviones deberán ser biplazas y se entregarán pintados y rotulados convenientemente.

La urgencia se puede comprobar en otros detalles del PPT como la exigencia de que el contratista deberá formar a seis pilotos y veinte mecánicos en sus instalaciones o que el Plan de Pruebas de Aceptación deberá enviarse tres meses después de la firma del contrato para su revisión y validación. Esta urgencia se debe, como hemos analizado en otras ocasiones, a la necesidad de reemplazar a los CASA (hoy Airbus) C.101 de la AGA que permiten la enseñanza básica pero que llegarán al final de su vida operativa en 2021 o 2022.

El PPT detalla los elementos que se adquirirán como parte del Integrated Training System (ITS), incluyendo segmento aéreo, terrestre y la logística asociada. Además de los 24 aviones se adquirirán un simulador de salida de emergencia en tierra, dos simuladores de cabina para entrenamiento de procedimientos, dos simuladores de duelo 3D de la clase D (Full Flight Simulator o FFS) conectados en red y desarrollados de acuerdo a la normativa JAR-FSTD A y un sistema asistido por ordenador. Todas las instalaciones de enseñanza, incluyendo simuladores, estarán interconectados por una red de banda ancha para el intercambio de información en tiempo real.

Además el plan de entregas define una serie de hitos con gran precisión en el que se incluyen los aviones, los simuladores, los equipos en tierra e incluso los repuestos, que en marzo de 2020 deberán ser suficientes ya para cubrir los dos primeros años de servicio de cada avión. El plazo de duración del contrato será de 3 años, comenzando el 1 de enero de 2020 y finalizando el 3l de diciembre de 2022. Las empresas que estén interesadas podrán obtener los pliegos hasta el 16 de septiembre y presentar ofertas hasta el 17 de ese mes. En la ponderación de las ofertas, tanto el precio, como las “características técnicas y operativas de mejora del sistema” tienen una ponderación del 38 %.

Igualmente, como hemos destacado, la opción que parece con mayor ventaja es la basada en el Beechcraft T6C Texan II ya que se trata entre otras cosas de un avión de sobra conocido en el Ejército del Aire, que incluso ha sido presentado en dos ocasiones en España (en octubre de 2016 en Torrejón y abril de 2011 en Getafe y San Javier), habiendo sido incluso probado por el anterior Jefe de Estado Mayor del Aire (JEMA), general del aire Francisco Javier García Arnáiz.

En esta licitación no parece haber sitio para la industria nacional, cuya participación se ha contemplado en algunas alternativas, o tampoco para la opción del alquiler de aeronaves e instructores como solución temporal y que diera tiempo a la concreción de diferentes propuestas industriales con mayor contenido nacional. Además en este contrato no se mencionan los otros dos elementos a renovar del Ejército del Aire como son el ENAER Pillan II como avión de enseñanza elemental ni el F-5M para formación avanzada, cuya sustitución se deja por el momento para más adelante. Se pierde así la posibilidad de obtener interesantes ventajas industriales económicas y logísticas de gestionar de manera conjunta e integrada la renovación de los medios de formación del Ejército del Aire, incluyendo además de aeronaves, los simuladores y sistemas informatizados en tierra. (José Mª Navarro García)

Foto: Un T-6A Texan II estadounidense (USAF)


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