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Patrulleros marítimos y capacidades navales Centroamericanas

Revista Defensa nº 459 – 460, julio-agosto 2016

Una verdadera guerra naval se desarrolla en aguas centroamericanas, con las autoridades en persecución de un sin número de lanchas rápidas, semisumergibles, submarinos y aun buques de gran porte que trafican estupefacientes. Todo esto mientras las navales regionales tratan de ejercer soberanía en sus aguas correspondientes, ejecutando tareas de guardapesca y patrullas en sus respectivas zonas económicas exclusivas (ZEE). Este escenario dicta una mejora de sus instalaciones costeras e instrumentos de lucha marítima, exigiéndose un salto cualitativo a los lentos barcos que operan por hoy.

Así es como, en enero de 2016, el contralmirante John Borland, comandante del Servicio de Guarda Costas de Belice (BCG), reconocía que su país había recibido un préstamo por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para financiar 2 patrulleros Damen 3007 (D-3007) de la Clase Sea Axe, transformando con ello a la pequeña fuerza guardacostas centroamericana con capacidades nunca antes concedidas. Se trata de navíos de 30,93 m. de eslora, de construcción de aluminio y con velocidades de hasta los 31,5 nudos. Un punto de interés es que serían adquiridos en México. 

Foto: Lürssen podría ofrecer una variedad de navíos de gran flexibilidad. La necesidad de modelos con facilidades para manejar un helicóptero ligero o medio por las marinas centroamericanas es innegable y probablemente una versión del OPV80 reducida a 50 m. de eslora podría visualizarse.

Efectivamente, desde 2008 se supo que México negociaba la exportación de patrulleros navales, pero de la Clase  Polaris II(1), y los interesados eran Colombia y Guatemala. Lo irónico es que, ocho años después, Guatemala todavía debate la posibilidad de hacerse con 2 patrulleros oceánicos rápidos, con capacidad de patrullar el mar territorial y la ZEE. Un intento válido se llevó a cabo allí en 2014, cuando se pidió al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) créditos para 2 naves de las españolas Astilleros Armón y Eduinter Proyectos, aclarando que uno de ellos mediría 31,9 m. de eslora (a un costo de 10.543.187 dólares) y el otro 22 (4.673.642). Esto parecía indicar una inclinación por dotarse de una embarcación rápida de salvamento similar al Guardamar y una Sarmar. La primera está propulsada por dos motores diesel MTU 12V4000 M70, que permiten una velocidad de hasta 30 nudos. Nada se había concretado en 2016.

No sería la primera vez que España era mencionada en el suministro de equipos navales a Centroamérica. En 2004, el Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) del país europeo proporcionó 10.945.000 euros para 4 patrulleros R101 de la Rodman Polyships, adquiridos mediante la Licitación Pública Restringida Internacional Nº 001-2004 de lanchas guardapesca para la vigilancia y protección de los recursos marítimos del Ministerio de Fomento Industria y Comercio de Nicaragua(2). Hoy, los R101 GC-401 Héroe Nacional General de División José Santos Zelaya López y GC-403 Héroe Nacional General de División José Dolores Estrada Vado operan junto con los patrulleros Dabur GC-201 Río Grande de Matagalpa y GC-205 Río Escondido, a los que se suma un Zhuk/Grif, el GC-301 Río Segovia y el yate logístico BA 405 Tayacán, llevando a cabo patrullas oceánicas y a largas distancias desde el Distrito Naval del Caribe General de Brigada Adolfo Cockburn. Las patrulleras nicaragüenses navegan 20 horas desde Puerto Cabezas hasta la latitud 14-50 y longitud 80-07, localizado a unas 12 millas de Cayo Quitasueño y a 19 de Cayo Serrana. Desde el Distrito Naval del Pacífico General de Brigada Juan Santos Morales operan las R101 GC-402 Cacique Dirigen y GC-404 Cacique Agateyte, junto con una Dabur, la GC-202 Cacique Tenderí.

Foto: Patrullera D-4207 de Honduras (foto Damen).

Refuerzos en el Caribe

Desde 2010, Belice trazó una expansión estratégica para patrullar el Caribe y las aguas territoriales, aumentando su pie de fuerza a 152 efectivos para ese año, a 365 en cinco años y hasta 565 en diez. En 2015 ya contaba con 432, de los cuales 128 operaban desde el Cuartel General naval, incluyendo tres pelotones de comandos navales, los Belize SEAL. Los planes estratégicos de 2010 incluían el complemento de las remozadas lanchas Eduardoño con interceptores Boston Whaler y SAFE Defender y ya se planificaban 2 patrulleros navales D-3007, para operarlos desde tres estaciones navales avanzadas: Calabash Cay (completada en 2009), San Pedro (2010) y Hunting Cay (2014), a las que se sumarian otras tres en 2015 (Northern Ambergris, Big Creek, y Consejo), más la de Sapodilla Lagoon en 2016. También funciona el apostadero de Twin Cays y se transformaron y ampliaron las instalaciones de Punta Gorda. Hoy se asignan 16 efectivos y dos botes de patrulla a cada una de las nueve instalaciones, con una fuerza de 144 tripulaciones. 

Foto: Austal 30M de Trinidad y Tobago (foto Austal).

Los D-3007, cuyo diseño de hacha de mar está calculado para romper las olas en lugar de rebotar sobre ellas, se distinguen por su profundo y alto arco recto de proa, que provee una suspensión suave del casco y reduce la resistencia marítima. Pueden permanecer en estación hasta por una semana con una tripulación de 13 y, por lo tanto, ofrecen una presencia disuasiva al pequeño servicio naval beliceño, que hasta hace poco solo sumaba unas pocas patrulleras de costa, que, a duras penas, podía patrullar hasta las 3 millas náuticas.  El pedido de Belice es otro triunfo de los astilleros Damen en la región, pues la Real Fuerza de Defensa de Bahamas compró 3 D-3007 en 2014, junto a 4 Stan Patrol 4207 (D-4207) y un RoRo 5612 (D-5612). 

Jamaica, por su lado, recibió 7 patrulleros pequeños de 11,27 m. de eslora, que complementan a los 3 de la clase County OPV (Off-shore Patrol Vessel), que no son más que modificaciones de la serie Stan Patrol 4200, adquiridos en 2005. Con una eslora de 42,2 m., tienen un tripulación de 17 marinos y pueden navegar a velocidades de hasta 26 nudos. Honduras se decantó por los mismos en 2013, mediante un contrato de 62 millones de dólares (y a un reportado sobreprecio de 29 millones). La FNH-1401 Lempira y la FNH-1402 Gral. Fco. Morazán son de la clase Damen Stan Patrol Spa 4207, con un casco de acero y propulsión de hélices de paso variable y motores Caterpillar 16V 3516B TA-HD/D-4200, con capacidad para lanzar y recuperar botes RHIB de cara a persecución durante la navegación. Las fuerzas navales de Bermudas y Trinidad y Tobago han buscado respuesta en diseños de Austal. En el caso de la primera, incorporó los 16M de 17 m. de eslora. En el de la segunda estableció un Centro de Servicio en Chaguaramas para apoyar los 6 patrulleros 30M, con dimensiones similares a los beliceños y propulsados por dos MTU 16V2000 M92 y dos Rolls-Royce Kamewa 56A3, para darles velocidades de hasta 39 nudos, cada uno armado con tres ametralladoras de 12,7 mm. y un cañón de 20.

Foto: Las Swiftships 65PA1090 hondureñas fueron destacadas a Amapala. La “Nacaome” FNH 6501 había sido dada de baja del inventario en 2010, pero se invertirían 529.240 dólares en repararla (foto FNH).

Panamá tiene en papel 2 patrulleras oceánicas P-900. Se trata de la Clase Diciotti construida por Fincantieri, de 52,8 m. de eslora y motores diésel Isotta Fraschini V1716 T2 MSD, que desplazan 427 ton.  El problema es que sólo una de las dos ha sido entregada. Cuando se reciba la otra nave, tal vez se considere una remotorización y completa renovación de las mismas. La variante Diciotti AFM P-91 de Malta tiene una plataforma de helicóptero, algo que sería de gran importancia para el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), por lo que se recomendaría hacerle dicha adaptación, ya que con ello se contaría con 2 plataformas con capacidad de implementar lo que México llama su exitosa estrategia de trinomio naval: oceánica+interceptora naval+helicóptero.   

Foto: Patrullero naval guatemalteco ”Halter” de 65 pies. Todos los guardacostas de ese país están siendo repotenciados en astilleros nacionales (foto US Navy).

Los principales guardacostas panameños por el momento son 9 de 25 m. de eslora. Sin embargo, de los 4 S-200, solo 2 funcionan hoy en día (P-221 Ernesto Valladares y P-223 Martín Torrijos Herrera), mientras que el P-222 (Presidenta Mireya Moscoso) está en espera de repuestos y el P-220 (Presidente Ernesto Pérez Balladares) sirve de base para un proyecto de remotorización con Caterpillar. Los otros 5 son de la Clase Noviembre (tipo ex USCG Punta) repotenciados. Costa Rica depende también de los buques ex US Coast Guard Punta repotenciados, siendo 3, los SNGC 82-2 Juan Santa María, 82-3 Juan Rafael Mora y 82-4 Pancha Carrasco; más 2 Swiftships 65PA1090 de 19,8 m., el Cabo Blanco (hoy SNGC 65-3) y el Punta Burica (SNGC 65-4). Tienen gran alcance, pero velocidades y capacidades limitadas y cascos bastante entrados en años. En 2010 se invirtieron 2,5 millones de dólares para renovar un patrullero de 105 pies (SNGC 105-1 Isla del Coco) con nuevos motores, reparación del casco, y remplazo de sus equipos de navegación, comunicación y radar. Se mantiene como el único patrullero con capacidades oceánicas, si bien de manera limitada.

Renovadas infraestructuras

Operacionalmente, el SENAN funciona con la 1ª Región, controlando las zonas 1ª Bocas del Toro (Rambala y Chiriquí Grande), 2ª Chiriquí (Guázaro, David, Puerto Pedregal y Quebrada de Piedra) y Veraguas (Santiago, Montijo, Puerto Mutis e Isla de Coiba); la 2ª Región, con las zonas 3ª Colon (Sherman e Isla Grande), Coclé (Chame), Panamá (Tocumen), 4ª Los Santos (Las Tablas y Puerto Mensabé) y 7ª Franja Canalera; y la 3ª, con la 8ª Zona del Darién (Metete y Piña). Las instalaciones incluyen en la 1ª Región el Destacamento Aéreo de Rambala, las estaciones aeronavales de Chiriquí Grande, Isla Coiba y Quebrada de Piedra, Base de Campana Táctica en Guázaro, bases aéreas de Vicente Vargas (David) y Santiago y apostaderos navales de Puerto Pedregal y Puerto Mutis; en la 2ª, la Base Almirante Cristóbal Colon (Sherman), Puesto de Observación de Isla Grande, bases aeronavales de Mensabé, Cocolí y Vasco Nuñez de Balboa (Muelle 3), Destacamento Aéreo de Chame, Base Aérea Capitán Juan Delgado (Tucumán) y puestos de Observación Aeronaval de Isla Chapera y Punta de Coco; y en la 3ª, la Base Aérea San Vicente Nicanor (Metete), la Base Aeronaval de Bahía de Piña y 14 nuevas estaciones aeronavales.

Foto: IAI habría ofertado en la región su patrullero “Super Dvora MK3”, cuyas capacidades en cuanto a velocidad, maniobrabilidad y portabilidad de armamento, entre otras, lo convierten en un buque óptimo para la región.

Costa Rica ha reforzado su infraestructura naval con un moderno muelle flotante en Flamingo (Santa Cruz, en Guanacast) y renovó la Estación de Cuajiniquil, en La Cruz. Estados Unidos proporcionó fondos para la construcción de la Base Naval del SNGC en Puerto Caldera, en la Costa del Pacífico, que recibió un sistema de rastreo digital que en tiempo real brinda información exacta de la posición y ruta de las embarcaciones sospechosas, como parte de un C3 (Comando, Control y Computación) que opera allí. Se mejoró el puerto de embarque caribeño en Moín y se renovaron las estaciones navales de Sixaola, cerca de la frontera con Panamá, Drake y Puerto Coyote, con otra instalación en Nandayure y la reforma de las instalaciones de la Estación de Murciélago, próxima a la frontera con Nicaragua. Se trabajó también en las instalaciones en la costa caribeña del Norte, cerca del estuario del río Pacuare, que proporciona acceso a los canales de Tortuguero. 

La Base Naval de La Unión (El Salvador) se estableció en 1984 y mantiene capitanías de Puerto en El Triunfo, La Libertad, Acajutla y La Unión, pero se trata de instalaciones rusticas. En 2007 se anunció el suministro por parte de Estados Unidos de un sistema C3 dotado de equipo de rastreo digital en tiempo real, para brindar información exacta de la posición y ruta de las embarcaciones sospechosas. Se encontraba plenamente operacional en 2012 y el conocimiento de dicho ingenio por parte de este autor causó malestar al mando militar salvadoreño.

Futuras posibilidades y requerimientos

El almirante Paul F. Zukunft, comandante del USCG, manifestó la intención de Estados Unidos de reforzar militarmente a El Salvador para detener narcotráfico marítimo. Desde 2000 su Fuerza Naval (FNES) busca al menos 2 patrulleros de capacidades oceánicas, sin resultados concretos. A lo largo de los años, España ofreció 2 R101 y un crédito de 24 millones de dólares; la chilena ASMAR, 2 Protector por 21 millones; y Damen 2 D-4207 por 57 millones. La FNES respondió con misiones a astilleros estadounidenses de cara a 2 patrulleros Trinity o 2 Swiftships, pero al final no se concretó nada. Para rematar la precaria situación, un incendio en marzo de 2016 destruyó varias lanchas en la Base Naval de La Unión, aunque aparentemente no afectó a unidades principales. 

Foto: Los patrulleros CPB de 35 m. destinados a Irak se basan en un diseño construido para un país centroamericano, cuya entrega nunca se realizó (foto Swiftships).

En marzo de 2016 se anunció que la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA) impulsaba la construcción de un astillero en Punta Ruca, contiguo a la Base Naval y a la Fase III del Puerto La Unión, a cargo del diseño, construcción, reparación y modificación de embarcaciones. La superficie es de 7 hectáreas (parte de ésta ganada al mar), con una inversión de unos 13 millones de dólares y en abril se inauguró el varadero del puerto de la Corporación Salvadoreña de Inversiones (CORSAIN), apto para manejar buques de hasta 1.750 ton(3). En 2009, Damen demostró algún interés por el puerto de La Unión(4) y quizá ahora pueda concretarse algo que redunde en la construcción y suministro de buques en ese astillero. Se precisa una unidad oceánica con cubierta de aterrizaje, pero es una opción demasiado ambiciosa, particularmente si consideramos el presupuesto pobre de la FNES. Sin embargo, es inevitable ese requerimiento y el mismo lo han formulado Guatemala y por Costa Rica. 

De lo que no hay duda es que estas necesidades centroamericanas podrían llamar la atención de astilleros como Lürssen, cuyos diseños proveen una gran flexibilidad, reconocidos por sus navíos pequeños y rápidos, legendarios por las cualidades marítimas, en cascos compactos, durables y de instrumentos fiables y de bajo mantenimiento. Sus unidades navales cubren la gama entre los 25 m. y los 190. Damen y Cotecmar ya probaron el mercado centroamericano y caribeño con gran éxito y Austal es otro que podemos mencionar.

Nicaragua ha tratado de conseguir en el astillero Sredne-Nevskiy, de San Petersburgo, al menos 2 lanzamisiles Rayo, del Proyecto 12418; y en Rybinsk Vympel las patrulleras Mirage, del Proyecto 14310, de la oficina Central de Diseño Marítimo de Almaz (San Petersburgo), construidas por Vympel en Rybinsk, en la región rusa de Yaroslavl. Han sido concebidas para la protección de aguas territoriales, ZEE y tareas de aduana marítima. Su diseño le permite operaciones en estado de mar 7 y su casco está equipado con estabilizadores controlados electrónicamente. Según Vympel, las patrulleras se equiparían con un cañón  AK-306 automático de 30 mm., construido en la Planta de Ingeniería Tula y diseñado por la Oficina de Diseño de Instrumentos KBP. Puede equiparse con 8 misiles de defensa aérea Igla-1M. El sistema de cañón consiste en un módulo Gatling de seis tubos AO-18L de revolver y operación electrónica, con 500 tiros de munición lista y con una cadencia de disparo de 1.000 por min. Su alcance aéreo es de 4.000 m. y de 5.000 contra blancos de superficie.

Los Igla-1M se distribuyen en la nave y hay espacios disponibles para ametralladoras de 14,5 mm. con 1.000 tiros cada una. Muy probablemente las unidades nicaragüenses no contarán con la opción del sistema séxtuple de misiles Shturm, que acomoda los Ataka o Vikhr, con capacidad contra blancos de superficie. Los sensores e instrumentos son avanzados e incluyen radares de banda I y cámaras de circuito cerrado, giroscopio, radares de navegación, compás magnético MK69 y GPS. Los destinados a Nicaragua probablemente lleguen equipados con el motor M520 TM5 diesel, diseñado específicamente para operaciones en el trópico, capaces de operar en temperaturas de 34°C y velocidad máxima de 48 nudos. El desplazamiento de cada nave es de 126 ton., con una eslora de 35,45 m.

Foto: Patrullero “Camcraft” salvadoreño, completamente ya superado en prestaciones (foto US Navy).

La misilera del Proyecto 12418 Molniya, para defensa de la ZEE y protección de aguas territoriales, tiene un desplazamiento de 550 ton. y eslora de 56,9 m. Puede alcanzar una velocidad de hasta 38 nudos y la de crucero es de 12, con un alcance de 2.400 millas y una tripulación de 44 efectivos. Montan el Moskit 3M80E con capacidad antisuperficie de 120 km. También puede equiparse con el misil de crucero Uran-E, con un alcance de 130 km. Para su defensa antiaérea, el Molniya lleva hasta misiles Igla-1M, con un alcance de hasta 5.200 m., a altitudes de 3.500 m. El núcleo de la artillería naval es un cañón AK-176M naval de calibre 76,2 mm., con una cadencia de 130 dpm a un alcance máximo de 15,7 km. Además, lleva dos sistemas de 30 mm. automáticos AK-630M con una cadencia de 5.000 dpm y un alcance máximo de los 8 km. Estos medios navales significan un salto marítimo gigantesco y costoso.

Indudablemente, es por hoy la Fuerza Naval de Honduras (FNH) la más poderosa de la región, con una infraestructura compleja y presupuestos más allá de toda imaginación en lo que se refiere a los países centroamericanos. Sus bases navales se ubican en Puerto Cortés, Puerto Castilla, Guanaja, y Caratasca. En el Golfo de Fonseca mantiene la de Amapala, junto con cinco apostaderos navales (Isla Conejo, Punta Condega, Isla San Carlos, Cedeño-Río Viejo y Coyolito). En cuanto a sus medios, se ha incorporado un patrullero Peterson Mk-III de 19,8 m., que se une a 5 Swiftships 65PA1090, también de 19,8 m. Sin embargo, de los 3 Swiftships de 32 m., el FNH1051 Guaymuras, el 1052 Honduras y el 1053 Hibueras, sólo la segunda está aun operacional. La patrullera oceánica Lantana FNH 1071 Tegucigalpa, de 32,3 m., fue remozada ya varias veces. Hay un interés por al menos 2 unidades oceánicas adicionales con plataforma de helicóptero, lo que nos lleva a pensar que pudieran ser OPV1000 de 62 m.

Aunque patrulleras oceánicas son una realidad en Panamá y Honduras, si bien en papel, debemos aceptar que, hoy por hoy, Centroamérica no tiene las capacidades presupuestarias, ni las condiciones políticas, como para emprender y asimilar el concepto completo del OPV, o el trinomio mexicano en pleno. Sin embargo, se ha evolucionado ya a un punto donde se puede considerar la necesidad de patrulleras oceánicas de entre los 40 a 50 m. de eslora, con plataforma de aterrizaje, si bien no necesariamente para operar sus propios helicópteros navales, sino más bien para enlazar con la flota estadounidense, que mantiene una fuerte presencia paralela a las costas y que asimila los costes de combustible y suministros a las marinas regionales para llevar a cabo una guerra naval sin cuartel.

(1) http://www.jornada.unam.mx/2008/12/12/ index.php?section=politica&article=012n1pol

(2) http://sajurin.enriquebolanos.org/vega/ docs/gaceta%20248-2004.pdf

(3) http://www.laprensagrafica.com /2015/07/01/inauguran-varadero-en-puerto-corsain-en-la-union#sthash.jTNbtNVz.dpuf

(4) http://www.centralamericadata.com/es/article/home/Astillero_Damen_interesado_en_puerto_La_Union


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