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ESFAS: Escuela superior: Enseñanza superior

Revista Defensa nº 476, diciembre 2017

La Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS) es un centro de enseñanza militar con unas peculiaridades que la hacen especialmente interesante. Entre otras podemos destacar su carácter conjunto (en ella cursan estudios militares del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire y de la Guardia Civil), internacional (el centro recibe a alumnos de numerosos y diversos países) y de enseñanza superior (en virtud de lo establecido en la declaración de Bolonia. La ESFAS se encuentra en un proceso de adaptación que le ha de llevar a constituirse en una especie de centro militar de estudios de posgrado). En este artículo daremos a conocer los aspectos más relevantes de una Escuela que, aunque joven, acredita un reconocido prestigio y que en el momento presente afronta importantes retos.

En primer lugar, efectuaremos un breve recorrido histórico por los hitos que jalonaron el camino hasta la creación de la ESFAS; a continuación expondremos su misión y organización; seguidamente haremos un repaso de las actividades más relevantes y finalmente –a modo de conclusión– analizaremos los retos y perspectivas de futuro. La historia y antecedentes de la ESFAS aparecen ligados al devenir y avatares del originalmente denominado cuerpo de Estado Mayor, por lo que parece oportuno recordar su nacimiento y evolución.   

A finales del Siglo XVIII, los estudiosos del Arte de la Guerra coincidían en señalar la necesidad de una profunda transformación en la dirección de las operaciones militares. El sistema de mando tradicional (liderazgo unipersonal con un pequeño número de auxiliares) solo resultaba eficaz para fuerzas muy reducidas y misiones muy concretas. El crecimiento de los ejércitos y de sus necesidades logísticas, las nuevas tácticas y procedimientos, la evolución del armamento y la complejidad y continuidad de las acciones evidenciaron la necesidad de transformar los sistemas de mando y control. Pronto los expertos y tratadistas militares de la época comenzaron a teorizar sobre el diseño de órganos de asesoramiento y dirección –con células especializadas y gestión integrada– que fuesen capaces de ejecutar el planeamiento y conducción de operaciones complejas durante largos periodos de tiempo.

Foto: Los alumnos del XIX CEMFAS (2017-2018) en el Aula Magna.

La primera materialización de estas ideas hay que atribuírsela al general francés Louis Alexandre Berthier, uno de los más fieles colaboradores de Napoleón. Berthier organizó en 1795 (Campaña de Italia) el que podemos considerar primer Estado Mayor de corte moderno. Paralelamente, en esta misma época, los ejércitos prusianos desarrollaron sistemas de mando y control análogos, que incluían elementos especializados en determinados aspectos del combate (operaciones, logística, inteligencia…) y que actuaban de forma coordinada en el planeamiento y conducción de la campaña. En 1806, y ante la creciente importancia de estos elementos, Prusia empezó a formar oficiales de Estado Mayor en su Academia de Guerra.

España no fue ajena a esta evolución y, así, en 1801 se constituye el primer Estado Mayor durante la Guerra que España y Francia libraban contra Portugal. El Ejército español al mando de Godoy incluía un cuadro especial llamado Estado Mayor General y también Estado Mayor de los Ejércitos en Operaciones. Tras esta experiencia, el 9 de junio de 1810 se da carta de naturaleza formal al que dio en llamarse Cuerpo de Estado Mayor, separado completamente de otros cuerpos o servicios, con oficiales que seguían carreras diferentes. Una vez finalizada la Guerra de la Independencia, por Real Orden de 27 de junio de 1814, Fernando VII suprime el Cuerpo de Estado Mayor. En 1820 se crea por segunda vez, pero su vida fue corta, ya que en 1823 vuelve a desaparecer. Sin embargo en 1837 vuelve a reactivarse: la experiencia había demostrado la ineficacia de cuantas decisiones se habían adoptado para buscar alternativas al Cuerpo de Estado Mayor.

Escuela de Estado Mayor

En 1842 se crea el primer centro docente especializado con el nombre de Escuela Especial del Cuerpo de Estado Mayor. A lo largo de los siglos XIX y XX se registran diversos cambios (nombre, ubicación, programas, sistemas de ingreso…) hasta que, finalizada la Guerra Civil, se produce una profunda reorganización de las estructuras militares. Siendo ministro del Ejército el general Varela se publica la Orden de 4 de noviembre de 1939 que reorganiza la enseñanza militar y se recupera el nombre histórico de Estado Mayor. La Escuela de Estado Mayor (en aquellos tiempos exclusiva del Ejército de Tierra) acaba asentándose en Madrid en la calle del Marqués de Santa Cruz de Marcenado, donde permanecería desde 1939 hasta 1999. En este periodo de sesenta años los oficiales del Ejército de Tierra seleccionados al efecto pasaban por la Escuela para obtener la Diplomatura de Estado Mayor.

Foto: Los jóvenes alumnos del Curso de Defensa Nacional (Junior) visitan el Ala 12 para conocer los EF-18.

La complejidad creciente de las operaciones no era ni mucho menos exclusiva de la guerra terrestre. Por ello la Armada y el Ejército del Aire también sintieron la necesidad de contar con órganos específicos de Estado Mayor para el planeamiento y conducción de operaciones.

En 1925 se crea la Escuela de Guerra Naval en Madrid. En el Decreto fundacional se especifica que su misión es formar oficiales especializados en las funciones de Estado Mayor y prepararlos para el desempeño de los mandos superiores. Este centro fue hasta 1999 el lugar donde los oficiales de la Armada podían obtener la Diplomatura de Guerra Naval (equivalente a la de Estado Mayor del Ejército de Tierra).

En 1939 se crea la Escuela Superior del Ejército del Aire para satisfacer las necesidades derivadas del planeamiento y conducción de la guerra aérea. En 1940 tiene lugar su primer Curso de Estado Mayor para oficiales de esa institución. Tras un periodo inicial en la Base Aérea de Cuatro Vientos y otro en la de Málaga, se instaló en el Cuartel General del Ejército del Aire en Madrid, emplazamiento en el que permaneció hasta 1999.

Foto: Oficial de Estado Mayor del Siglo XIX.

Pero la complejidad de la guerra seguía en aumento. En el Siglo XX ya no era posible concebir batallas –salvo excepciones– donde interviniesen elementos de un solo ejército. Las operaciones habían adquirido un lógico e inevitable carácter conjunto (intervención de fuerzas terrestres, navales y aéreas) y en la mayoría de los casos combinado (participación de fuerzas de distintas naciones en alianzas o coaliciones). En este contexto se crea en 1964 el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), ocupando su actual sede en el Paseo de la Castellana de Madrid, donde hasta entonces se encontraba la Escuela Superior del Ejército (creada en 1941). Dentro del CESEDEN se constituyó la Escuela de Estados Mayores Conjuntos, cuya misión era ampliar la formación de los oficiales diplomados de Estado Mayor de las escuelas específicas (Tierra, Mar y Aire).

Los oficiales que acudían a esta Escuela del CESEDEN completaban su preparación adquiriendo los conocimientos y capacidades que les permitían enfrentarse a los problemas que se planteaban en el ámbito conjunto/combinado. Finalmente, en 1999, como colofón a este proceso evolutivo, se crea la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (encuadrada en el CESEDEN). La ESFAS nació con la misión de unificar en uno solo los diferentes cursos de Estado Mayor, orientando la formación de los oficiales al ya citado marco  conjunto/combinado. En la práctica la ESFAS puede considerarse privilegiada heredera de cuatro ilustres centros de enseñanza: las tres escuelas de Estado Mayor (Tierra, Mar y Aire) y la de Estados Mayores Conjuntos.

Misión y organización

La misión original de las ESFAS fue, como ya se ha dicho, unificar los estudios conducentes a la obtención del Diploma de Estado Mayor, adaptándolos a las necesidades de un complejo entorno operativo en constante y rápida evolución. Posteriormente, la Ley 39/2007 de 19 de noviembre de la Carrera Militar, amplió y formalizó la misión y cometidos de la ESFAS. A este respecto la Ley incluye dos disposiciones de especial importancia. En primer lugar, el Artículo 49.1 define los Altos Estudios de la Defensa Nacional con el siguiente literal: Son altos estudios de la defensa nacional los que se relacionan con la paz, la seguridad y la defensa y la política militar, orientados tanto a los profesionales de las Fuerzas Armadas como a otros ámbitos de las Administraciones Públicas y de la sociedad.

Posteriormente, el Artículo 52 establece que las enseñanzas a las que se refiere el artículo 49.1 serán impartidas por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) y, a continuación, concreta que además la ESFAS impartirá los cursos de actualización para el desempeño de los cometidos de oficial general y para la obtención del diploma de estado mayor. Ambos centros impartirán estudios conducentes a la obtención de títulos de posgrado y específicos militares. Esta misión genérica se concreta en el desarrollo de diversos cursos.

En la práctica el CESEDEN, a través de la ESFAS, imparte una serie de estudios que podrían agruparse en las siguientes categorías: Altos Estudios de la Defensa Nacional, de carácter interno (cuadro 1), o con vocación internacional (cuadro 2) y Perfeccionamiento Conjunto (curso superior de inteligencia, fase conjunta del ascenso a comandante/capitán de corbeta y el curso de planeamiento operativo). Además, la ESFAS dirige y coordina el diseño y ejecución de otros cursos, también de carácter conjunto, en las áreas de inteligencia, ciberdefensa y targeting (adquisición de objetivos). La ESFAS, como se viene diciendo, forma parte del CESEDEN (cuadro 3), junto al Instituto Español de Estudios Estratégicos, el Centro Conjunto de Desarrollo de Conceptos y la Comisión Española de Historia Militar.

La organización de la ESFAS (cuadro 4) deriva lógicamente de su misión y se orienta hacia la consecución de sus objetivos docentes. En este año que ahora concluye la Escuela ha sufrido una significativa reorganización para adaptar su estructura a las nuevas modalidades de enseñanza y al empleo de las nuevas tecnologías. Así, actualmente se organiza en tres áreas básicas: la Dirección, la Jefatura de Estudios y los Departamentos Docentes. La Dirección la ejerce un oficial general (dos estrellas), que puede ser del Ejército de Tierra, de la Armada o del Ejército del Aire (lo habitual es que se produzca una rotación en el puesto). En la actualidad el cargo es ocupado por un general de división de la Armada (Cuerpo de Infantería de Marina), al cual hemos tenido la oportunidad de entrevistar. 

La Jefatura de Estudios es el principal órgano auxiliar del director, responsable de la planificación y coordinación de todas las actividades: diseño de currículos, producción normativa, convenios con universidades y otras instituciones, programación de actividades, acción tutorial y, en definitiva, todo aquello que asegura el funcionamiento y administración de la Escuela. Los Departamentos Docentes son responsables directos de la enseñanza, en otras palabras los encargados del desarrollo de las clases y demás acciones formativas. Gestionan una amplia gama de áreas de conocimiento (cultura y diplomacia, política de seguridad y defensa, planeamiento de la defensa, operaciones, inteligencia y liderazgo) que en su conjunto aseguran la formación integral de los futuros oficiales de Estado Mayor.

Mención aparte merece un Departamento de novísima creación, el de Enseñanza Virtual, que no tiene adjudicada ningún área de conocimiento y a su vez las tiene todas, ya que su acción se ejerce de un modo transversal. Su misión es mantener, gestionar y mejorar la plataforma académica virtual a través de la cual se ponen a disposición de los alumnos contenidos y herramientas para optimizar el aprendizaje. La plataforma académica virtual posibilita la enseñanza a distancia, fomenta la participación interactiva alumno-profesor y facilita la gestión de la carga lectiva con total flexibilidad, en función de las circunstancias personales de los usuarios.

Actividades

Las actividades son tantas y tan variadas que resultaría imposible hacer referencia a todas en un artículo de razonable extensión. Por ello nos limitaremos a enunciar algunos aspectos interesantes de aquellas que consideramos más relevantes:

n Curso de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (CEMFAS): Podría decirse que es el buque insignia de la ESFAS. Está consolidado, pero en constante evolución. Su actual y moderno currículo (aprobado en 2017) tiene una carga lectiva de 87 ECTS (European Credits Transfer System), lo que le hace equivalente a una enseñanza de postgrado. En el momento presente se desarrolla en cooperación con dos universidades (Complutense y Antonio de Nebrija), cuyos experimentados profesores contribuyen a la formación de los oficiales con originales perspectivas y refrescantes aportaciones. Esta cooperación cívico-militar resulta altamente productiva y enriquecedora y, además, desde el punto de vista práctico, permite a los alumnos obtener un Master universitario. El CEMFAS tiene un reconocido prestigio tanto a nivel nacional como internacional. En las últimas ediciones se han incorporado alumnos no pertenecientes a las Fuerzas Armadas. Así, a oficiales de la Guardia Civil que desde hace años venían participando con regularidad, se han unido inspectores del Cuerpo Nacional de Policía e incluso funcionarios de la Carrera Diplomática. La participación internacional también es muy importante. En la edición actual (XIX CEMFAS) participan 121 alumnos, de los cuales 31 provienen de diversos y muy diferentes países aliados y amigos (mapa 1). La demanda de plazas va en aumento y todos los años supera las posibilidades de la ESFAS, que reserva un 30 por ciento para alumnos no nacionales. 

Foto: El XIX CEMFAS durante una visita a un ejercicio de la Brigada “Aragón” en el campo de maniobras de San Gregorio (Zaragoza).

n Curso para el Desempeño de los Cometidos de Oficial General (CADCOG): La importancia de este curso es trascendental. Los coroneles y capitanes de navío seleccionados por los ejércitos (Tierra, Mar y Aire) y la Guardia Civil deben asistir y su superación constituye requisito sine qua non para optar al ascenso a oficial general. Está igualmente sometido a un proceso de continua mejora y actualización. Su currículo también fue aprobado en 2017 y un nuevo formato, más participativo y virtual, se pondrá en marcha a partir de 2018.

n Cursos de Alta Gestión de Recursos: concebidos como modulares, orientados a la adquisición de conocimientos y capacidades para la gestión de cuatro categorías de recursos: financieros, infraestructuras, logística y personal. Pretenden ofrecer una visión global y de futuro de la gestión de recursos en el ámbito del Ministerio de Defensa. Están dirigidos a militares y funcionarios que estén ocupando, o puedan ocupar en un futuro inmediato, puestos de responsabilidad en el planeamiento y gestión de recursos, en el órgano central y organismos autónomos del Ministerio de Defensa o en los correspondientes dentro de la estructura de los Ejércitos, de la Armada y de la Guardia Civil. También están abiertos a titulados superiores civiles con funciones directivas o que ocupen puestos de relevancia en empresas relacionadas con la defensa.

Foto: Visita de una delegación China a la ESFAS: numerosos países extranjeros están interesados en el modelo español de enseñanza superior militar.

n Cursos de Defensa Nacional: El objetivo es fomentar el intercambio de opiniones, el conocimiento mutuo y las relaciones de carácter cívico-militar. Pretenden difundir la cultura de seguridad y defensa entre autoridades y personalidades de la vida política, económica y social del país (políticos, empresarios, altos cargos de la Administración, profesionales de los medios de comunicación social, profesores de universidad…). Se imparten en tres modalidades: senior, junior y monográfico. El primero es para personal con sólida formación y acreditada experiencia profesional; el segundo para jóvenes promesas; y el monográfico por razones de oportunidad, cuando se identifica un tema que merezca la ocasión (por ejemplo, el último, que finalizó el pasado mes de noviembre, se dedicó a un asunto de incuestionable y preocupante actualidad: Inmigración y Terrorismo). 

n Cursos de Diplomacia de Defensa: El objetivo es fomentar las relaciones internacionales y estrechar lazos de cooperación con aquellos países con los que España tiene una especial vinculación o comparte intereses comunes. La ESFAS recibe a grupos de oficiales superiores, que por su posición o perspectivas de carrera están llamados a asumir puestos de responsabilidad en las fuerzas armadas de sus respectivos países. Pasan en España unas semanas, durante las cuales pueden conocer nuestra cultura y realidad social y profundizar en determinados aspectos de nuestra política de seguridad y defensa y de la organización y misiones de nuestras Fuerzas Armadas. Se imparten cuatro, que agrupan alumnos de distintas áreas geográficas consideradas de especial interés y proyección: Iberoamérica, Asía-Pacífico, Oriente Medio y Norte de África y Afganistán.

n Curso Superior de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CSIFAS). Este curso está dirigido a Oficiales de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil y su objetivo es proporcionar a los alumnos conocimientos avanzados en Inteligencia, Contrainteligencia, Seguridad y Planeamiento Operativo de carácter conjunto-combinado. Originariamente fue concebido como curso de perfeccionamiento conjunto pero, en el momento presente se encuentra en una fase de transición ya que por su contenido y entidad podría en un futuro pasar a la categoría de Altos Estudios de la Defensa Nacional. Por ello su currículo está en fase de revisión y se espera que sea aprobado en el próximo ejercicio 2018.

Retos y perspectivas de futuro

A corto plazo, el principal reto de la ESFAS es consolidar su nueva estructura y optimizar las actividades docentes ofreciendo una enseñanza superior en todos los sentidos y aspectos; tanto en contenidos como en procedimientos. En este punto hemos de volver a mencionar la importancia de la enseñanza virtual y el empleo generalizado de las nuevas tecnologías. A medio plazo la ESFAS ha de conseguir la integración plena –normativa y operativa– en el denominado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). En 1999,  la Declaración de Bolonia señaló el rumbo que había de tomar la enseñanza en Europa y marcaba como objetivo la adaptación de los estudios universitarios a las demandas sociales del Siglo XXI, sobre la base de los principios de calidad y transparencia.

Para ello resultaba necesario adoptar un sistema que permitiese la cuantificación de las distintas carreras o cursos (el ya mencionado ECTS) lo que a la postre posibilitaría el intercambio directo de titulados y el reconocimiento inmediato de las correspondientes titulaciones. En el momento actual, la enseñanza superior no se concibe fuera del EEES. Tanto es así que Europa parece haberse quedado pequeña, ya que son muchos los países no europeos que se están integrando en este marco (mapa 2). La Escuela Superior de las Fuerzas Armadas es, como su propio nombre indica, un centro de enseñanza superior y como tal camina a buen paso por la senda marcada en la Declaración de Bolonia.


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