(defensa.com) El propio presidente panameño, Ricardo Martinelli, anunciaba ayer que el carguero norcoreano “Chong Chon Gang” había sido interceptado por las autoridades de su país en aguas panameñas, aparentemente por ser sospechoso de contrabando de drogas, descubriéndose a bordo, camuflado entre toneladas de azúcar, armamento procedente de Cuba. La cancillería cubana confirmaba casi 24 horas después, a través de un comunicado leído en un noticiero, la propiedad de la mercancía, precisando que el lote se componía de “240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto -dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo ello fabricado a mediados del siglo pasado-, para ser reparado y devuelto a nuestro país". Según el gobierno cubano, el armamento iba a ser reparado en Corea del Norte para luego ser devuelto a la isla.
"Los acuerdos suscritos por Cuba en esta esfera se sustentan en la necesidad de mantener nuestra capacidad defensiva para preservar la soberanía nacional", añadía el comunicado oficial. Cuba, cuyos arsenales se componen fundamentalmente de armamento recibido de la extinta Unión Soviética, es uno de los pocos países que mantiene relaciones con el régimen dictatorial de Pyongyang.El “Chong Chon Gang” fue interceptado cuando esperaba su turno para cruzar el canal y llevado al muelle Manzanillo, del Puerto Colón, a 80 kilómetros de la Ciudad de Panamá, donde permanece en una zona restringida. Las sanciones de la ONU, prohíben a Corea del Norte el traslado de material bélico.
Según información oficial de Panamá, los 35 tripulantes del navío están detenidos, "ya que no sólo se resistieron al abordaje, sino que trataron de sabotear la inspección". Así mismo, aseguran que el capitán de la nave "tuvo un principio de infarto y luego intentó suicidarse".
