Itaguaí Construções Navais (ICN) y su equipo de Astillero de Construcción (ESC) están cargando las baterías del segundo submarino de la Clase Riachuelo (derivado del sumergible francés Scorpene), el Humaita, permitiendo el inicio de las pruebas de los sistemas de a bordo. El primero de ellos, que da nombre a la clase, fue botado en 2018 e inició en septiembre del pasado año las pruebas de mar.
Los nuevos submarinos convencionales del Prosub están equipados con 360 elementos de batería, divididos en dos cuadrados ubicados en la sección 4 y la sección 2A, con cada batería de 1,20 m, encargada de alimentar el motor de propulsión eléctrica (MEP) y todos los demás sistemas internos. Tras la botadura del Riachuelo (S-40), vendrá la del Humaitá (S-41), programado inicialmente su lanzamiento en 2020, el Tonelero (S-42) en 2021 y Angostura (S-43) en 2022.
Aunque las baterías de los dos últimos submarinos de esta clase se fabricarán en Brasil, la Marina equipará a los dos primeros con baterías importadas directamente del grupo Exide, de Alemania, y el resto, del brasileño Newpower, en Guarulhos, que hoy dotan a las unidades de los submarinos IKL N209 Clase Tupi. (Javier Bonilla)