Patrulleros: un valor en alza en Armadas de todo el mundo

Mientras sobran dedos de las manos para contar las naciones cuyas Marinas de Guerra poseen portaaviones, no llegan al medio centenar las que disponen de unidades submarinas y aproximadamente el doble de esta cifra son las que tienen fragatas. Pero todas, absolutamente todas, cuentan con un número mayor o menor de patrulleros, que en algunos casos portan misiles (Cuadro 1) y en otros tan sólo sencillos cañones o torpedos (Cuadro II), existiendo por tanto un amplio e inconmensurable arsenal que agrupa a más de 150 países.

Pese a su sencillez, la aparición de este tipo de buques es relativamente reciente, pues su característica principal, la velocidad, sólo pudo alcanzarse con la aparición de la propulsión a vapor, allá por 1861, durante la Guerra de Secesión de los EE.UU. Esta velocidad, ya independiente del caprichoso Eolo, unida a su pequeño tamaño, le proporcionaba una relativa invisibilidad, sobre todo en ataques nocturnos.
La aparición de una nueva arma naval, el torpedo, dio lugar a la edad de oro del patrullero, ahora apellidado torpedero, gracias a las teorías del almirante francés Aube, que dieron lugar a la Jeune Ecole, según la cual una Marina equipada con una numerosa flotilla de rápidos torpederos podía poner en un brete a otra mucho más poderosa equipada con mastodónticos, lentos y vulnerables acorazados.
Esta teoría, en realidad, debió de achacarse al ministro francés de finanzas de la época, pues lo único que consiguió fue disminuir el enorme gasto en construcciones navales galas, al desistir de mantener la paridad en acorazados con el poderoso vecino británico. Y es que estos revolucionarios axiomas se volatilizaron con la aparición del contratorpedero o destructor, inventado por un capitán de navío español, llamado Fernando Villaamil, cuyo buque el Destructor, daría lugar a una nueva generación de unidades con este nombre (destroyers o destructores), de mediano tamaño con gran potencia de fuego y alta velocidad, capaz de neutralizar a los temibles y peligrosos torpederos, que quedaron limitados a operar de noche en pasos reducidos, archipiélagos y canales.

LA NUEVA TÁCTICA  NAVAL

Durante las dos guerras mundiales, el papel de los torpederos fue asumido por los mucho más temibles e invisibles submarinos, que armados igualmente con torpedos, dieron lugar a una nueva doctrina naval basada en el principio táctico de la ocultación que alcanzaría su cenit con la aparición del submarino nuclear, aún sin neutralizar por una nueva táctica o arma.

foto: Patrulleros españoles “Deva”, “Espalmador” y “Alcanada”, de la Armada Española (Foto: Javier Sánchez).

Desechados los patrulleros torpederos por la aparición del radar, que los descubría irremisiblemente en sus ataques a corta distancia, al efectuar la aproximación para largar sus torpedos, el misil antibuque o SSM les dio una nueva vida a estos pequeños barcos, siendo la fecha de su nacimiento en la historia naval, el 21 de octubre de 1967. Ese día un patrullero egipcio de la clase Komar, de construcción soviética, hundía con tres misiles Styx al buque insignia de la Marina israelí, el destructor Eilat, cuando navegaba al Norte de Port Said, a 14 millas, causándole 47 muertos y 90 heridos de una dotación de 199 personas.
Esta acción revolucionó la táctica naval, pues acababa de nacer una nueva Jeune Ecole, ya que el lanzamiento lo había efectuado el patrullero egipcio desde su base, sin exponerse al fuego enemigo.
Teóricamente un patrullero moderno con un valor aproximado de 1.000 millones de pesetas, armado con misiles superficie-superficie SSM, con un costo de 100 millones, puede aniquilar una fragata o destructor moderno que cuesta la friolera de unos 70.000 millones de pesetas. La inversión en este tipo de buques parece muy rentable, incluso para un lego.
La primera nación que comprendió esto fue la propia Israel, que dejó de adquirir grandes unidades de superficie, demasiado vulnerables y expuestas en un mar cerrado como el Mediterráneo, por lo que amplió su pedido de patrulleros franceses clase la Combattante, de seis a doce unidades, debiendo escapar los cinco últimos, a medio construir, desde los astilleros de Cherburgo hasta la base naval de Haifa, cruz ando el Mediterráneo a toda máquina para burlar el embargo internacional que pesaba sobre ellos.
A esta numerosa serie de patrulleros, denominada Reshef en la Marina israelí, armados con misiles Gabriel de fabricación nacional, seguirían seis patrulleros clase SAAR 4, construidos en los astilleros de Haifa y que ya embarcaron el excelente misil norteamericano Harpoon de 90 millas de alcance. Pronto habrían de recogerse los beneficios de estas inversiones, y así en la guerra del Yom Kippur/Ramadán de octubre de 1973, en la noche del 6 al 7, cinco patrulleros clase Reshef, hundieron un dragaminas, una lancha lanzamisiles clase OSA y dos Komar próximas al puerto de Latakia, todas ellas sirias, para volver a repetir su acción la noche del 8 al 9, echando a pique tres lanchas clase OSA egipcias y averiando una cuarta en las proximidades del puerto de Damietta-Baltin. Esta vez los antiguos cazadores se convirtieron en cazados al carecer de equipos de contramedidas electrónicas ECM que neutralizasen los misiles israelíes.

EL PANORAMA ACTUAL

Pero no todos los patrulleros llevan misiles. Existe una amplia gama que están dotados con uno o dos cañones, y que se utilizan en misiones de patrulla en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas, labores de interdicción del contrabando y drogas, protección y vigilancia de pesquerías, etc. De acuerdo con todos estos cometidos tendrán mayor o menor desplazamiento (de 60 a 2.000 ton.), su velocidad (de 15 a 40 nudos) también será acorde con su misión así como el armamento (cañones de 12 a 100 mm.) y sistema de combate (ordenador y programa que integran armas y sensores). A esta amplia gama de patrulleros, ideados más para la paz que para la guerra, se les conoce con el nombre genérico de OPV (Offshore Patrol Vessel), y suelen caracterizarse por una buena estabilidad de plataforma para aguantar temporales, una autonomía que supera los quince días y un coste por tonelada considerado bajo en relación con otros buques de guerra.
Veamos, en un rápido recorrido de las principales Marinas de Guerra, sus efectivos de fuerzas sutiles, nombre genérico con el que también se les denomina a los patrulleros, reflejándose en el Cuadro III, los efectivos a nivel mundial.

foto: Patrullero venezolano “Federación”.

ALEMANIA

Es una de las naciones con mayor tradición en este campo, pues no en vano gran parte de sus costas dan a un mar cerrado como el Báltico (Ostsee), y su costa Oeste da al Mar del Norte, de accesos geobloqueados y con un denso tráfico mercante, frecuentes brumas y bajos fondos. Todo esto hace que los patrulleros lanzamisiles sean los buques idóneos en caso de conflicto. Por ello la Marine cuenta con más de treinta unidades pertenecientes a tres clases diferentes, Tiger, Albatros y Gepard, todas armadas con misiles MM38 Exocet y al menos con un cañón OTO Melara de 76 mm. y con un desplazamiento de 400 ton. las dos últimas clases, que son igualmente capaces de dar 40 nudos. Aunque las Tiger, inicialmente veinte en total, fueron construidas en Cherburgo siendo similares a las Combattante francesas ya aludidas, las otras dos series fueron construidas en Alemania, constituyendo un magnífico diseño de Lürssen ampliamente exportado.

foto: Patrulleros chinos fotografiados en los años 70.

CHINA

La Marina del Ejército de Liberación Chino o MELC, que tal es su denominación oficial, es la que tiene mayores efectivos en este campo, ya que podría definirse como una fuerza costera desequilibrada, dado que del millar de buques con que cuenta, el 50 por cien son patrulleros (578) y tan sólo un 10 por cien son buques que podríamos considerar oceánicos.
Las costas del mar de la China Meridional, y los conflictos latentes por los archipiélagos de las Spratley y Paracels, hace especialmente útil estas sobredimensionadas fuerzas sutiles capaces de disparar sus misiles y desaparecer rápidamente.
Entre el inventario de patrulleros lanza-misiles se encuentran los 18 Houxin, 4 Houjian, 102 OSA 1 o clase Huangfen y 73 Hoku, si bien es cierto que de las dos últimas clases 60 se encuentran en la reserva. Mucho menos efectivas son las 85 torpederas clase Huchuan, que fueron exportadas a Pakistán, Albania, Rumanía, Bangladesh y Tanzania. Por último entre los patrulleros cañoneros cabe destacar a los 106 Human, también exportados a Bangladesh, Corea del Norte, Egipto, Birmania, Sri Lanka y Pakistán, y los 282 clase Shanghai, aún en producción y que igualmente fueron adquiridos por Bangladesh, Vietnam, Rumanía, Tanzania, Congo, Albania, Túnez, Guinea, Sri Lanka y Corea del Norte.
China como puede verse, prácticamente acapara el mercado asiático y el del Tercer Mundo, algo que es perfectamente comprensible por lo barato de sus precios en comparación con los sofisticados y carísimos patrulleros occidentales.

foto: El muy reciente “Segura”, a la vuelta de sus pruebas de mar (Foto: Diego Quevedo Carmona).

ESPAÑA

La Armada Española siempre tuvo una gran tradición en este tipo de buques. No hay más que recordar que en marzo de 1898, cuando zarparon de Cádiz los torpederos Ariete, Rayo y Azor, rumbo a las Antillas, a punto estuvieron de provocar una crisis entre el Gobierno español y el de los EE.UU., pues, capaces de dar 30 nudos y armados con torpedos Schwarzkopf, eran considerados un peligro potencial para los buques norteamericanos basados en Cayo Hueso.
Modernamente, los astilleros gaditanos de la EN Bazán, han sido los encargados de construir este tipo de buques con un gran éxito de exportación. Así, la clase Lazaga, diseñada por Lürssen, y dada inexplicablemente de baja en la Armada cuando aún tenían mucha vida por delante sus unidades, se ha exportado a Marruecos, y a Venezuela. De la clase Barceló, también de diseño alemán, y de las que permanecen en activo sus seis unidades, se enviaron tres patrulleros a Mauritania y otros tres, ligeramente modificados, al Congo. Con un diseño propio y como evolución de los Lazaga, se construyó el patrullero Cormorán, exportándose seis unidades a Marruecos. La Armada Española tuvo en su lista oficial de buques al Cormorán desde 1989 hasta 1994, en que fue dado de baja y tras unas reformas fue vendido a Colombia al año siguiente.
En el ámbito de los OPV, la Armada Española cuenta con los patrulleros clase Serviola, que tan buen resultado dieron durante el conflicto del fletán, aguantando patrullas de un mes sacudidos por los temibles temporales del Atlántico Norte. Otros buques OPV de diseño diferente, los seis Uribe de 988 ton., dotan ahora a la Armada de México, y a la Prefectura Naval Argentina que tiene cinco Halcón. De menor tonelaje, es la numerosa serie Anaga, de diez unidades, los cuatro clase Conejera y la pareja de Toralla. Recientemente, se ha incorporado a nuestra Lista Oficial de Buques dos unidades, Chilreu y Alborán, que con su diseño de pesqueros de altura, están perfectamente capacitados para la protección de la flota pesquera en cualquier mar y caladero.

EE.UU.

Aunque pionera en el siglo pasado en la utilización de patrulleros, recordemos la Guerra de Secesión, su lejanía geográfica de un posible riesgo no hace rentable la posesión de este tipo de buque, pues al no existir un enemigo naval en todo el Continente americano, y desechada Cuba recientemente como amenaza, al US Navy ha optado por ser totalmente oceánica, con grandes unidades de superficie y submarinos nucleares capaces de desplazarse a cualquier punto del globo para llevar a cabo una disuasión creíble por medio de sus doce poderosos grupos de combate de portaaviones o carrier battlegroups.
Por todo ello sólo cuenta con catorce patrulleros de 334 ton. clase Cyclone que aunque basados en Norfolk y San Diego, operan fuera de sus aguas continentales, para desplazar a sus unidades de operaciones especiales o SEAL teams allí donde haya una crisis. Así es relativamente frecuente verles por el Mediterráneo, el Golfo Pérsico, Mar del Norte, etc.

FRANCIA

Es otro de los grandes constructores y exportadores del sector, algo justificable si consideramos las numerosas posesiones que aún conserva de su otrora imperio de ultramar. Así, por ejemplo, sus aguas jurisdiccionales y ZEE en el Pacífico son superiores a las de los EE.UU. en aquel océano. Al exitoso modelo de exportación la Combattante ya referido, le sucedió la clase L’Audacieuse o P400, de 400 ton. armada con un cañón de 40 mm. y un montaje doble de 20 mm. Las diez unidades con que cuenta la Marine Nationale se encuentran desplegadas en la Guayana francesa, Tahití, Noumea, Antillas, Reunión, etc, habiendo sido exportadas a Gabón y Omán.
Pero el máximo exponente de los OPV franceses, son las seis unidades de la clase Floreal, también denominadas fragatas de vigilancia, que con sus 2.600 ton. de desplazamiento tienen 50 días de autonomía, estando armadas para su cometido de vigilancia con un cañón de 100 mm. y dos misiles Exocet, que le permitirían participar en un conflicto de baja intensidad. Las seis unidades se encuentran destacadas en el Oceáno Indico, Tahití, Noumea y las Antillas. Este tipo de OPV se espera ser exportado a terceros países, que como Marruecos, han mostrado gran interés en adquirirlo, dado su relativo bajo coste por tonelada y excelentes condiciones de financiación.

ISRAEL

Gran defensora de este tipo de buques a los que debe sus victorias navales ya relatadas, exceptuando tres corbetas de reciente adquisición clase Eilat de construcción norteamericana y profusamente armadas con misiles SSM y SAM, la Marina israelí descansa en la variedad y número de sus patrulleros lanzamisiles, agrupados en la clase Aliya, con dos unidades que cuentan con misiles Harpoon y Gabriel, los cinco patrulleros clase Hetz que a los misiles anteriores le suman el SAM Barak y los seis patrulleros clase Reshef, todos ellos construidos localmente. Además hay que sumar los 32 patrulleros cañoneros agrupados en las clases Dabur y Super Dvora, que dotados con simples montajes dobles de 20 mm. impermeabilizan las fronteras marítimas de Israel, habiéndose exportado una docena de unidades de la última clase a Sri Lanka y Eritrea.

foto: Israel patrulla los esfrechos de Tirán, en el Golfo de Aqaba, antes de los acuerdos con Egipto de Camp David.

ITALIA

Esta nación que también fue pionera en la utilización de patrulleros y lanchas rápidas, recordemos las hazañas de la célebres MAS de la SGM, en 1982 sacó una serie revolucionaria de patrulleros denominados aliscafi o hidroalas, la clase Sparuiero, que con un desplazamiento de tan sólo 60 ton., son capaces de dar 48 nudos transportando dos misiles OTOMAT Teseo Mk2, que tienen un alcance de 80 km. Basados en Brindisi, para controlar el canal de Otranto, los Sparviero son ideales para mares cerrados como el Adriático donde un buque de superficie tipo escolta, no puede pasar desapercibido.
Del éxito de este tipo de buque es un exponente el que la Marina japonesa haya construido tres unidades bajo licencia. Los EE.UU. también llegaron a tener seis hidroalas clase Pegasus, que fueron posteriormente dados de baja dado lo inapropiado de su empleo en el Continente americano, sin enemigos potenciales como antes se ha dicho. En el ámbito de los OPV la Marina Militare cuenta con los cuatro patrulleros clase Cassiopea, también ideados para controlar el Adriático e impedir el tremendo flujo de inmigrantes clandestinos albaneses, ex yugoslavos y norteafricanos, entre otros cometidos.

NORUEGA

En esta nación nórdica, con un planteamiento defensivo muy similar al de su vecina Suecia, descansa el peso naval de su flota en submarinos y patrulleros lanzamisiles, contando con cuatro anticuadas fragatas clase Oslo, a punto de ser dadas de baja, aunque existen dificultades financieras para reemplazarlas. Los seguros y accidentados fiordos que recorren toda la costa noruega, constituyen refugios ideales para unos patrulleros que no tienen prácticamente que exponerse a los temporales del Atlántico Norte para poder lanzar sus misiles contra un intruso que se atreva a entrar en sus aguas jurisdiccionales. La Marina cuenta con 14 patrulleros de la clase Hauk, armados con seis misiles SSM Penguin de 27 km. de alcance y de fabricación nacional, y ocho Storm algo más pequeños aunque dotados del mismo misil. Un nuevo tipo de patrullero, del tipo SES (buque de efecto de superficie), capaz de dar 44 nudos y con diseño stealth (furtivo), se encuentra realizando sus pruebas de mar previas a la construcción de otras siete unidades que reemplazarán a los Storm en el año 2004.

foto: Los logros obtenidos con la tecnología del efecto superficie, del que fue beneficiario el MCMV de la foto, Noruega los ha aplicado a una ultimísima clase de patrulleros de la que se construirán siete unidades.

RUSIA

Otra de las naciones gran constructora de patrulleros, y pionera en la implantación de misiles antibuque en estas pequeñas plataformas, dio lugar a toda una generación de lanchas clase OSA y Komar, exportadas a todo el Tercer Mundo, a raíz del éxito obtenido con el hundimiento del destructor israelí Eilat, de forma similar al obtenido por Francia cuando un misil Exocet acabó con la fragata Sheffield en el conflicto de las Malvinas. La Marina rusa, heredera de la soviética que otrora se codeaba con la norteamericana, ha dado un paso adelante en tecnología naval en el ámbito que nos ocupa, al adaptar, al igual que Italia y los EE.UU., la tecnología y propulsión de los hidroalas o hydrofoils a este tipo de embarcaciones para obtener una velocidad superior a los 40 nudos, algo que prácticamente ningún patrullero de propulsión diesel puede hoy día alcanzar. Así los 6 clase Matka, los 15 Turya, y los 14 Muravey son patrulleros que superan los 40 nudos de velocidad gracias a sus hidroalas, estando la clase Matka dotada de 2 misiles SSM SS-N2 C/D Styx, de sobra conocidos por su efectividad aunque su alcance sea tan sólo de 45 millas.

foto: Una “OSA” polaca. La URSS exportó este tipo de buque a numerosos países.

En el ámbito de la propulsión convencional, destacan las 34 unidades de la clase Pauk dotadas de misiles SAM SA-N-5 Grail, al igual que los 27 Suetlyak. En el ámbito de los patrulleros costeros hay que resaltar el último diseño, Mirazh, del que se han construido 14 unidades, y los más antiguos Stenka, 60 en total, cuyo casco se deriva de la clase OSA, y los más pequeños Zhuk de tan sólo 39 ton, y que se exportaron a Benin, Argelia, Angola, Bulgaria, Cabo Verde, Congo, Cuba, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Guinea, Camboya, Mauric io, Mozambique, Nicaragua, Seychelles, Somalia, Siria, Vietnam y Yemen. Es decir todo un éxito comercial de este modesto patrullero, que nuevamente gana a los diseños occidentales por su bajo precio y buen rendimiento.

SUECIA

Esta nación, al igual que Israel, carece de grandes unidades de superficie encargando su defensa naval a submarinos y patrulleros, hecho perfectamente comprensible dada su especial geografía con una costa encerrada en el Mar Báltico y circundada por innumerables islas, ideales para enmascarar una flotilla de patrulleros armados de misiles antibuque. Encabezan su lista los cuatro patrulleros de 400 ton. clase Goteborg, armados con 8 misiles suecos Saab RBS15, que cuentan con un alcance de 70 km. Algo menores, los dos Stockholm tienen el mismo número de misiles y tampoco sobrepasan los 30 nudos de velocidad. En una categoría inferior pero más veloces, ya que superan los 36 nudos, están los 12 Hugin dotados del misil noruego Penguin de 27 km. de alcance y, por último, hay que reseñar los Norkoping que, igualmente en número de 12 pero mejor armados al contar con el misil Saab RBSI5, son capaces de sobrepasar los 40 nudos. Todos los patrulleros, excepto los Hugin de origen noruego, fueron construidos en los astilleros suecos de Karlskronavarvet, con gran tradición naval, habiendo diseñado el buque experimental Smyge del tipo stealth (furtivo), y cuyas enseñanzas servirán para construir la corbeta stealth denominada YS 2000 de 600 ton.

foto: Patrullero rápido clase “Jäbar’ de la Marina Real sueca.

CONCLUSIONES

El patrullero, al comenzar el siglo XXI, es una unidad plenamente vigente, bien en su modalidad combatiente dotada de misiles antibuque, capaces de hundir cualquier tipo de buque, bien en la modalidad de cañonero u OPV, para impermeabilizar las fronteras marítimas, erradicar el contrabando y tráfico de drogas, evitar la inmigración ilegal, proteger las pesquerías nacionales, etc. En cualquier caso, es el único buque de guerra que se puede permitir cualquier nación dado su pequeño costo, que oscila desde unos pocos millones de pesetas para una unidad tipo Toralla de la Armada Española, a los 20.000 de las fragatas clase Floreal de la Marina francesa.
En general los patrulleros se apoyan en la geografía para realizar sus misiones. Por eso en costas como las del Egeo su utilización es obligatoria, de ahí su posesión por las Marinas griega y turca (ver Cuadro 3), o por la chilena en los Canales Patagónicos, en mares cerrados como el Mediterráneo, Báltico, Mar Rojo, Golfo Pérsico, etc.
Dentro del concepto de defensa marítima sin tener aspiraciones de poseer una Marina oceánica, los patrulleros constituyen un segundo escalón de defensa, después de los submarinos y antes que la artillería de costa. Este es el concepto de las naciones nórdicas, que descartan la adquisición de carísimas fragatas o destructores, vulnerables al impacto de un solo misil antibuque. El patrullero puede considerarse el rey del litoral. Durante años la Armada Española mantuvo la base naval de Tarifa, en pleno Estrecho de Gibraltar, dotada con lanchas torpederas de diseño alemán, las célebres LT. Hoy en día esa misma base, con patrulleros dotados de misiles y dentro de otro ámbito defensivo, constituiría un serio escollo a salvar por una Marina que, suponiendo un riesgo, osase cruzar el Estrecho.
El ejemplo de Israel que ha sabido captar la importancia de este tipo de buques en combate, la necesidad de salvaguardar los recursos marinos y pesqueros propios y la aparición de nuevos diseños tipo hidroala, SES o stealth, hacen prever un futuro prometedor para los patrulleros.

Revista Defensa nº 243-244, julio-agosto 1998, Almirante ( r ) José María Treviño