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El crucero Canarias

Revista Defensa nº 23, marzo 1980, Artabro

El “Canarias” último crucero con que contó la Armada española, llegó a ser el más antiguo del mundo y el único subsistente de los realizados de acuerdo con las limitaciones del tratado de Washington de 1922 que, como resulta sabido, determinó la construcción de navíos de combate hasta poco antes de la SGM. Derivado de los cruceros ingleses tipo “County “, de 1926, sus planos fueron obra de Sir Philips Watts, antiguo director del Servicio Técnico del Almirantazgo británico, y diseñador también de los precedentes cruceros españoles “Príncipe Alfonso “, “Almirante Cervera” y ‘Miguel de Cervantes ‘ integrantes de la clase “Príncipe Alfonso “, cuyo titular se retiró del servicio activo, llamándose “Galicia“(durante el período republicano tuvo también por nombre “Libertad”) en 1970, tras 45 años de vida a flote.

Al comenzar la guerra civil española de 1936-39, el Canarias se encontraba en el arsenal ferrolano sin haber completado su armamento. Capturado de inmediato por los insurgentes, se le equipó provisionalmente y, con dotación voluntaria, salió de ejercicios el 16 de septiembre de 1936. Vuelto al arsenal y terminadas las instalaciones a bordo, inició su primera singladura completa el 27 del mismo mes, hundiendo el día 29 el destructor republicano “Almirante Ferrándiz”, en el estrecho de Gibraltar. El “Canarias”, como buque insignia de la flota franquista, intervino destacadamente en la guerra, al igual que su gemelo “Baleares”, debido a que ambos eran, con mucho, los buques rápidos de más poder artillero entre todos los que combatieran en la contienda.

Foto: Instantánea del “Canarias” abandonando el puerto coruñés a fines de los años 40. Lo antecede en la maniobra un crucero tipo “Galicia”. (Foto A. Corsanego.)

El “Baleares”, único barco gemelo del “Canarias”, botado el 20 de abril de 1932, fue hundido el 6 de marzo de 1938 mediante un ataque con torpedos lanzados por tres destructores republicanos. Construido también por la Naval ferrolana, y puesto en grada al tiempo que...su hermano, entró en servicio el día 20 de diciembre de 1936. La construcción de un tercero, el “Ferrol”, se abandonó en favor de la obtención de seis destructores tipo “Churruca”.
El “Canarias” fue ampliamente reformado en 1952-53, separándose en dos su única chimenea de origen, que no era sino una modificación del proyecto inicial, donde ya figuraba un par, ambas sin visera. Los dos hidroaviones “Spanish Osprey”, previstos en un principio para ser llevados a bordo, nunca embarcaron en el crucero, aunque ulteriormente pudo llevar algún helicóptero ligero, que realizaba sus maniobras de vuelo en la cubierta de popa. Los doce tubos de lanzar fijos laterales fueron desmontados en 1960, conservando el casco los orificios por los que los torpedos eran lanzados, seis por cada banda.
La artillería prevista en el proyecto inicial consistía en las ocho piezas de ocho pulgadas, nunca discutidas, más diez de 120 mm. (de las que cuatro 120/45 antiaéreas, y el resto 120/50) y dieciocho antiaéreas de 40/50. Durante la guerra civil, el armamento auxiliar consistió en ocho antiaéreos Vickers de 120/45, otros tantos de 40 mm. y cuatro ametralladoras de 20 mm. para intimidación de embarcaciones pequeñas. Hacia fines de los años cuarenta, los cañones de banda de 120 milímetros fueron reemplazados por otros montajes equivalentes de fabricación local basados en su mismo sistema Vickers, o tal vez simplemente dotados de manteletes de protección, mientras que la artillería menor pasaba a centrarse sobre el 37 mm. doble alemán, fabricado en España.
Posteriormente, y con los medios sobrantes de la modernización, es decir, hacia 1964, cuatro de sus seis montajes dobles de 37/80 se reemplazaron por cuatro sencillos de 40/70 Vickers/San Carlos SP- 48, llegando a ser el “Canarias” el buque que empleaba más calibres artilleros en todo el mundo, con sus diferentes y escasos 20, 37, 40, 120 y 203 milímetros. La artillería principal fue siempre la de origen, salvo las cañas, claro está, reemplazadas por desgaste cada cierto número de disparos. Estas piezas de ocho pulgadas eran, en sus últimas décadas de servicio, las mayores instaladas en cruceros, junto con cañones de igual calibre en cruceros americanos, sólo superados por los 406 mm. (16 pulgadas) de los cuatro acorazados americanos conservados en reserva, tipo “New Jersey”. La dotación del “Canarias” realizaba, en caso de necesidad, un disparo cada 16 segundos por cada caña, en fuego sostenido, aunque lógicamente reduciendo mucho la vida del tubo. Sin embargo, excepcionalmente, se habían logrado intervalos de 9 segundos entre disparos desde un mismo montaje.
En los años sesenta hubo varios planes destinados a mejorar las armas e instalaciones del “Canarias”. Se habló de montar misiles antiaéreos a bordo, probablemente los Terrier americanos, y llegaron a recibirse cañones semiautomáticos de 127 mm. en montajes dobles, también americanos, que aún en el verano de 1966 reposaban en el arsenal de El Ferrol, etiquetados como destinados a la modernización del crucero, sin duda en reemplazamiento de las piezas de 120 mm. de carga manual. (Estos cañones fueron instalados, por último, en los destructores “Roger de Launa” y “Marqués de la Ensenada”.)

Hasta 1964, el único sensor activo del “Canarias” era un radar de navegación pero, a partir de ese año, se le agregaron  equipos con material sobrante del plan de modernización de la Armada: se instaló un CIC (Centro de Información de Combate) y se modificaron los medios de radiocomunicaciones y detección, ampliándose algo las formas externas del voluminoso puente de navegación. Con todo, en su estado final, el crucero poseía unos medios de detección equivalentes a los de las fragatas tipo “Júpiter” o “Alava”, afectados por el mismo plan de modernización, pero lejos de considerarse como de tecnología avanzada, y siempre dentro de desplazamientos y responsabilidad militar mucho más restringidos que los del crucero.

Foto: La artillería de 203 de popa. Sobre ella, en el mástil, el doble “scanner” del radar secundario.

Como buque principal de la Armada española, el “Canarias” fue, a lo largo de toda su historia, el buque insignia de la Flota, aunque nunca llegaría a poseer equipos adecuados de comunicaciones y conducción de escuadra. Probablemente el principal motivo para dilatar su vida radicaba en su artillería pesada, eficaz para el apoyo de fuegos en desembarcos y acciones contra la costa, en razón de su calibre, y aún de su no desdeñable velocidad de fuego, muy alta para su época de origen. En cuanto al resto de las armas, la artillería antiaérea era de una densidad demasiado pequeña para la mole, eslora e importante francobordo del crucero, mientras que el armamento antisubmarin o —alguna vez formado por un varadero corto y dos morteros para cargas de profundidad Vickers— fue eliminado. Ambos factores hacían indispensable una escolta fuerte. Además, subsistieron siempre severas críticas sobre los cruceros construid os según las limitaciones del tratado de Washington, en el sentido de acoplar una aceptable artillería a un casco muy poco blindado, por razones de reducción de desplazamiento derivadas de dicho tratado. Aunque estas críticas terminarían por olvidarse tras la SGM, cuando pasó a prescindirse de todo blindaje naval a causa de los nuevos conceptos y armas, para el “Canarias” persistió siempre la objeción de su altísimo francobordo, que proporcionaba constantemente un buen blanco.
El “Canarias” fue durante muchos años el mayor buque de la Armada como consecuencia de la pérdida, durante la guerra civil, de los acorazados “España” y “Jaime 1”. Los transportes recibidos de los Estados Unidos en los años sesenta modificaron esta situación dado que eran buques de carga. Luego, tanto el máximo como el desplazamiento estandard, fueron también rebasados por los respectivos del portahelicópteros —más tarde portaaeronaves— “Dédalo”. Sin embargo, sólo este último buque acercó su eslora a la del crucero, sin alcanzarla. El “Canarias”, y en su época el “Baleares”, han sido los barcos de guerra españoles de mayor eslora debido a lo cual ya antes de iniciarse la construcción de los dos cruceros se optó por la prolongación del dique ferrolano mayor hasta 205 metros.

Foto:Durante una concentración de buques, mostrando la proa y su mástil popel único, que pronto sería reformado. Ya ha recibido un rada,’ de exploración aérea (MLA-IB) y uno nuevo de navegación (Decca 12). Abarloada a él, la bincha torpedera LT-30, de diseño alemán y construcción española.

Una ley, nunca hecha realidad, de fecha 8.9.39., con perspectivas bastante evidentes de entrada en la guerra mundial, que se veía llegar, proveía fondos para la construcción, además de cuatro acorazados y de otros barcos menores, de dos cruceros denominados “Super Washington”, de los que llegó a haber planos, claros derivados del diseño “Canarias”. Con unas 17.500 toneladas a plena carga, poseían armamento y silueta bastante semejantes a los del crucero precedente, pero sus cuatro torres de artillería principal no serían dobles, sino triples. Jamás se puso la quilla a ninguno de los citados cruceros pesados.
La lenta condena del “Canarias” comenzó en 1974, con su pase a situación de “disponibilidad”; una especie de estatus de reserva con dotación reducida, mandada por un capitán de fragata. Un año después se produjo la definitiva baja y ulterior subasta para desguace, al desestimarse los planes que preconizaban su conservación como reliquia. A la licitación, verificada al alza, asistieron cinco personas, aunque sólo una ofertó. Tras cinco minutos para aguardar a la suba, el casco fue adjudicado para el desguace al precio tipo, que eran 62.205.636 pesetas. En la época de su contratación, el “Canarias” había sido presupuestado en 90 millones de pesetas.
Único barco de guerra español de su nombre, es muy posible que éste se vea repetido sobre el nuevo portaaeronaves en construcción o bien sobre alguna de las tres futuras fragatas. .

CARACTERISTICAS   (estado final del buque)

 

Desplazamiento

A plena carga: 13.969 Tm. Standard: 10.282 Tm.

Dimensiones

Eslora Total: 193,9 m.
Entre perpendiculares; 183 m.
Manga: 19,51 m. (de trazado: 19,48) Calado medio a plena carga: 6,275 m.

Características

Efectiva (1979): 28 nudos Máxima
Velocidad Inicial: 33 nudos
Económica: 11 nudos
Radio de acción: 7.800 millas a 11 nudos; 7.000 a 15; 5.900, a 25; 3.750, a 30 y 2.350 millas a 32 nudos

Propulsión

Calderas: 8 Yarrow
Turbinas: 4 Parsons engranadas
Indicada: 90.000 SHP Potencia
En pruebas: 94.617 SHP
Hélices: 2
Combustible: 2.630 Tm. de petróleo

Armamento

4 montajes dobles de 203/50 (2 a proa y 2 a
popa)
8 montajes sencillos de 120/45 aa. (4 por
banda)
Artillería 4 sencillos de 40/70 aut. aa. Çor estribor y
dos por babor)
2 dobles de 37/80 semiaut. aa. (1 por banda)
2 sencillos de 20/70 aut. aa. (1 por banda) Tubos lanzatorpedos: eliminados
Armas A/S: desembarcadas
Helicópteros: puede tomar cubierta a popa un helicóptero lig ero

Equipo elec- tráfico

1 de descubierta de superficie, SG-6B
Radares 1 de descubierta aérea, MLA-lb 2 de navegación, Decca
Sonar: 1 de casco

Dotación

Aproximadaiente 1.100 hombres, incluyendo el personal de
la Escuela de Artillería; de ellos, 40 oficiales y 56 suboficiales

Blindaje

Cintura: de 38 a 51 mm. en la flotación, aumentando a
lOO mm. en la obra viva a la altura de los paudes de munic ión de 203

Cubierta: de 20 a 75 mm.
Torres de 203/50: 25 mm.


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