A lo largo de diez días de navegación, el navío de la Armada Argentina cumplió con los ajustes y adiestramientos que le permitirán enfrentar la exigente Campaña Antártica de Verano. Con el arribo del rompehielos ARA “Almirante Irízar” al puerto de Buenos Aires, se dieron por finalizadas las pruebas de máquinas. Las mismas apuntaron a calibrar los equipos de la unidad, buscando así corroborar su buen funcionamiento, verificar parámetros y asegurar una operación óptima y eficiente en la Antártida.
Además de las tareas específicas que se previeron desde el Departamento Máquinas, las pruebas también incluyeron diversos ejercicios generales orientados a ajustar roles en toda la dotación. Así fue que se desarrollaron adiestramiento en técnicas de abandono, roles de lucha contra incendio y de señales lumínicas. También se concretaron actividades junto a aeronaves Fennec y Sea King de la Primera y Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros de la Armada Argentina y un Bell 212 perteneciente a la VII Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina.
Fotografía (ARA): Rompehielos ARA “Almirante Irízar”