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Jueves, 28 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Detenido el ex comandante General Cesar Milani, quien fuera jefe del Ejército argentino

El general Milani, jefe del Ejército argentino durante el segundo Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, fue detenido el pasado viernes por haber participado presuntamente en una serie de secuestros que tuvieron lugar durante la última dictadura en Argentina. Un juez federal ordenó la detención  tras la declaración de Milani en el marco de una investigación sobre la detención ilegal de Verónica Matta en 1976 y los secuestros de Pedro Adán Olivera y su hijo Ramón en 1977 . Milani , que negó siempre su responsabilidad y que se enfrenta también a cargos por malversación, está siendo juzgado  además por la desaparición del militar Alberto Ledo durante el Operativo Independencia, entre 1975 y 1977, y la falsificación de un documento que señala que Ledo desertó.

Hombre fuerte de las Fuerzas Armadas durante el gobierno kirchnerista, el ex comandante General Cesar Milani comandó a la fuerza con mano dura, eliminando a los oficiales díscolos y siendo leal al proyecto nacional y popular del gobierno de Cristina Kirchner. Bajo su mando la fuerza puso sus medios de Inteligencia, humanos y técnicos al servicio del gobierno para vigilar a políticos, periodistas y empresarios. Una operación realizada por las huestes uniformadas sin que hoy día se sepa el paradero de varios equipos ultrasofisticados de inteligencia que tenía la Institución. El nuevo gobierno colocó en la jefatura del Estado Mayor Conjunto a un general que había sido apartado por Milani y luego recuperado para el servicio por el general Cundom, el general Bari del Valle Sosa, veterano de Malvinas del arma de Infantería, paracaidista. El pase a retiro de más de veinte generales con el arribo de Macri al poder  permitió reducir una cúpula totalmente desproporcionada, el Ejército de Milani tuvo casi sesenta generales, mucho más que en la propia dictadura de los setenta, aunque sin los efectivos humanos de esos tiempos. Cuando el presidente Mauricio Macri llegó al poder, Milani pasó a retiro. Pero la causa judicial tramitada en La Rioja siguió su curso.

El caso Ledo

Daniel Bejas, juez federal N°1 al frente del proceso penal por la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo, que fue visto por última vez con vida el 17 de junio de 1976 en el campamento militar de Monteros, daba en febrero de 2015  por válida el acta que Milani había redactado haciendo constar la supuesta deserción de Ledo, documentación sobre la que se sustenta el requerimiento del fiscal federal Carlos Brito, quien el 22 de diciembre  de 2014 solicitó que el actual Jefe del Ejército fuera imputado en el caso. Según el fiscal, Milani habría falsificado el sumario de deserción de Ledo con la intención, acusa, de ocultar su secuestro y el posterior asesinato, acusándolo también de haber encubierto el supuesto crimen del soldado. Con ello, se allanó el camino hacia la citación de César Milani para declarar como imputado en el caso. Según Brito, sin acreditar diligencias ni pruebas, el subteniente Milani decretó que Ledo, que cumplía el servicio militar, había desertado. El fiscal afirma que detectó irregularidades e inconsistencias en el acta firmada por Milani, entre ellas precisa que, en el espacio destinado a precisar la causa del sumario, se advierte una palabra escrita a máquina y tachada (“Accidente”), y la incorporación de otra escrita a mano (“Deserción”).

Asimismo, Milani ha querido ser involucrado en una causa ante la Justicia que sugiere que podría estar vinculado también con los asesinatos de tres soldados y de un suboficial del Ejército que, ese mismo año, se desempeñaban en la misma compañía que Ledo. El departamento de Prensa del Ejército negó en su momento la denuncia a través de un comunicado: "La falsa atribución de dichos ilícitos, demuestran el carácter temerario de la aseveración, pues no se corresponden de modo alguno con la presencia del jefe del Ejército en el lugar y momento de los hechos. [Milani] no se encontraba presente en la provincia de Tucumán, lugar donde ocurrieron los hechos, ya que se hallaba destinado en la provincia de La Rioja, transitando sus primeros meses de vida profesional y cumpliendo actividades técnicas propias de un jefe de sección de construcciones de una unidad del Arma de Ingenieros. Las víctimas, todas ellas pertenecientes al Ejército Argentino, no revistaban en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, unidad en la cual prestaba servicios entonces el suscripto, sino que estaban destinadas en distintos elementos u organismos de la ciudad de Tucumán. No ocupó cargos ni desempeñó, por entonces, funciones de inteligencia, como tampoco estuvo bajo las órdenes de ningún comandante de brigada de la provincia de Tucumán, obteniendo recién la aptitud de inteligencia en 1984, ocho años después de sucedidos los hechos que son motivo de la falsa acusación efectuada"


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