El problema ahora estaría en que esta segunda fase tiene etapas mucho más complejas, principalmente a la hora de descargar los componentes químicos de estas armas, porque habrá que buscar un lugar donde se puedan llevar para que se entierren y estén a buen recaudo, además de evitar que puedan caer en manos de grupos terroristas. Los expertos apuntan a países colindantes, pero la inestabilidad existente en Oriente Medio hace descartar por completo esta alternativa.
Estas mismas fuentes explican que el conflicto en Siria “está acabado militarmente”, tras dar “un giro importante” se abre en el país un horizonte de “terrorismo puro y duro, de la misma manera que vive la sociedad iraquí su día a día pensando cuándo estallará el próximo coche bomba”.
En el terreno militar, el Ejército Sirio Libre (principal grupo opositor del gobierno) se ha deshecho en el último mes y medio.
Una parte ha pasado a las filas de Al Qaeda, mientras que la otra ha vuelto con el gobierno y ha pedido que en el caso de que sea posible reintegrarse en sus antiguas funciones. En lo que respecta a las alianzas del exterior que pidieron la intervención, a día de de hoy ninguno está dispuesto a apoyar a Al Qaeda como se apoyaba a la oposición, puesto que es el único actor compacto que hoy queda frente a Al Assad. Con estos cambios sobre el terreno, el ejército sirio controla actualmente mucho más territorio que antes de la crisis del armamento químico en agosto.
Rusia, liderazgo en Oriente Medio
La crisis siria ha dejado lecturas políticas en la región, según se apuntan desde estas fuentes especializadas en el conflicto. “Rusia se ha convertido en el gran actor de la política en Oriente Medio, y eso vale más que todo el armamento químico que tenía Damasco”. De hecho, Siria tiene ahora tres fuentes de poder que derivan de Moscú: apoyo político, diplomático y suministro de armamento convencional. Además, “Damasco destaca frente a su enemigo actual, que ya sólo tiene el nombre de Al Qaeda”, ya que posee el respaldo de que sus actuaciones están aprobadas y supervisadas por Naciones Unidas que han dado el visto bueno al proceso de desarme.
Por el contrario, la cruz de la moneda hay que buscarla en EEUU y Reino Unido, que habrían sido “los perdedores de todo este proceso” por el que se ha desarmado al régimen de Al Assad. “Cuando todo hacía presagiar que iba a haber un ataque militar, hubo una derrota política de Cameron en el Parlamento, mientras que en el Congreso de EEUU Obama tampoco tuvo la mayoría. Rusia fue entonces quien tendió la mano para sacar a estos dos líderes mundiales de la controvertida situación”. Mientras tanto, el único papel que no habría cambiado ni un ápice es el de Arabia Saudí, ya que “todavía apoya a la oposición terrorista”, mientras que Turquía sabe que el problema se ha vuelto en su contra porque tiene a los terroristas “a las puertas de su frontera, y no hay que olvidar de que eso también significa a la puerta de Europa”.
“No hay 120.000 fallecidos por el conflicto”
En lo que respecta al número de muertos en el conflicto, las cifras varían constantemente atendiendo a su lugar de procedencia. Así, la pasada semana el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, explicó que desde que comenzase el conflicto en 2011, la cifra de muertos entre civiles, rebeldes y efectivos del régimen ascendía a más de 120.000 personas. Para los expertos consultados por defensa.com, este dato no es exacto, ya que no hay un órgano encargado de contabilizar las bajas. “La cifra real podría estar sobre las 50.000 o 60.000, no más. No es posible que hace unos meses se hablase de 100.000 bajas y en poco tiempo se hable de que la cifra se haya incrementado en 20.000”.
