El proyecto ha estado pendiente de confirmación oficial durante todo el presente año, sobre todo debido al alto precio que se exigía desde Estados Unidos por los Global Hawk, lo que llevó a las autoridades surcoreanas a postergar la decisión definitiva. Con todo, Seúl abrió un proceso de licitación en el que competían los modelos de Boeing y AeroVironment, el Phantom Eye y el Global Observer, además del sistema de Northrop Grumman. Finalmente, y a través de la DAPA (Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa) fue la opción de Northrop Grumman la que abanderó las preferencias, ya que las dos primeras alternativas no se adaptaban a los requisitos militares del programa. Además, la firma norteamericana encargada de suministrar las aeronaves también asegurará cooperación industrial y transferencia de tecnología a Corea del Sur.
De esta manera, el UCAV de Northrop Grumman también proveerá a otro aliado de EEUU en el este de Asia, ya que hace un par de semanas Washington acordó con Tokio la entrega de varias unidades del Global Hawk para operar desde bases militares niponas y llevar a cabo labores de vigilancia en zonas fronterizas de Japón con Corea del Norte. Las entregas también se realizarán en 2017.
El Global Hawk puede llegar a volar a una altura de hasta 20.000 metros, posee unas dimensiones de 14,5 metros de largo, 4,7 de ancho y es capaz de cargar hasta 1,6 toneladas de armamento. Puede alcanzar una velocidad máxima de 800 kilómetros por hora y tiene una autonomía de vuelo de 36 horas.
