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Se cumplen 10 años del aterrizaje de Europa en Titán, la enigmática luna de Saturno

(defensa.com) Hace 10 años ya, Europa celebró el éxito de una misión excepcional que sigue siendo única a día de hoy: el aterrizaje sobre Titán, la enigmática luna de Saturno, a una distancia muy superior a la que ninguna otra sonda atmosférica había viajado jamás hasta la fecha. La Agencia Espacial Europea (ESA) seleccionó en 1991 a Thales Alenia Space para llevar a cabo la misión liderando un equipo de empresas de toda Europa. Ese desafío fue superado el 14 de enero de 2005, después de más de 7 años de periplo. La sonda Huygens, que fue lanzada el 15 de octubre de 1997, logró aterrizar suavemente sobre Titan y ofreció a la comunidad espacial internacional una verdadera plétora de información científica.

Todos los datos recogidos por Huygens durante su descenso y desde la superficie de Titán fueron transmitidos al orbitador Cassini. Para recibir esos valiosos datos, el orbitador apuntó hacia Titán su antena de alta ganancia de 4 metros de diámetro, construida por Thales Alenia Space como parte de la contribución de la Agencia espacial italiana a la misión. Cuando Cassini perdió el contacto al pasar bajo el horizonte del lugar de aterrizaje, la sonda continuó transmitiendo señales, que fueron recibidas por grandes radiotelescopios terrestres. Posteriormente, Cassini redirigió su antena hacia la Tierra para retransmitir los datos almacenados. En total, Huygens funcionó 148 minutos durante el descenso, y durante más de tres horas en la superficie.

Para la comunidad científica, esos 474 megabits de información, incluyendo más de 350 fotografías, fueron un verdadero maná del cielo, que alimentaron el estudio de científicos de todo el mundo y que siguen siendo analizados. La dinámica de la atmósfera de Titán es comparable a las de Venus, la Tierra o Marte, permitiéndonos ampliar el alcance de las investigaciones en el estudio comparativo de los planetas, así como una mejor comprensión de las atmósferas de los planetas – especialmente la de nuestro planeta.

La superficie de Titán se ha revelado como un mundo modelado por erupciones criovolcánicas, junto con precipitaciones de metano y otros hidrocarburos. Las medidas de conductividad atmosférica llevadas a cabo por Huygens, y la información transmitida por el orbitador Cassini han revelado un mundo de lagos y mares de metano y etano líquido, dunas gigantes de arena, de ríos y pavimentos de hielo, de un océano de agua rica en amoníaco bajo una costra de hielo, nubes de altitud variable, una atmósfera rica en argón y propileno, y mucho más.

Europa juega en las grandes ligas
Consiguiendo de forma exitosa la primera entrada en una atmósfera altamente desconocida, en el cuerpo celeste más lejano jamás alcanzado físicamente por un objeto construido por el hombre, y sobrepasando ampliamente los objetivos iniciales de la misión, Thales Alenia Space y sus socios situaron a Europa como potencia espacial de primer orden. Desde entonces, el enorme éxito de la misión de aterrizaje en un cometa Rosetta/Philae, para la que Thales Alenia Space llevó a cabo el ensamblaje, integración y pruebas de la sonda Rosetta, ha demostrado no sólo que la industria espacial europea se encuentra a la vanguardia a nivel mundial, si no que la historia está lejos de haber terminado. Los próximos retos para Thales Alenia Space incluyen la misión ExoMars de exploración marciana, con un primer lanzamiento previsto en 2016 y un segundo lanzamiento en 2018. Más allá del reto de un aterrizaje exitoso, esta misión tiene encomendada la perforación del suelo marciano para la extracción de muestras.

Prevista para 2016 está también la misión de observación de Mercurio mediante la sonda Bepi Colombo. En el marco de este programa, Thales Alenia Space es responsable de los subsistemas de telecomunicaciones, de control térmico y de potencia eléctrica. También llevará a cabo la integración y pruebas del satélite, y proveerá soporte técnico durante el lanzamiento. Así mismo, está desarrollando los transpondedores de banda X y Ka, el ordenador de a bordo, la memoria de masa y la antena de alta ganancia de 1,1 metros de diámetro. Esa antena llevará a cabo comunicaciones con la Tierra, y formará parte también del experimento de radio-ocultación, diseñado para estudiar la gravedad del planeta. Está basada en la antena utilizada en la misión Cassini-Huygens. Thales Alenia Space es también el contratista principal para el satélite cosmológico Euclid, diseñado para descubrir los secretos de la materia y de la energía negra.


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