Boeing y Embraer rubricaron una carta de intenciones no vinculante que propone la creación de una empresa conjunta formada por la división de aviación comercial y de servicios de la brasileña, que se alineará de forma estratégica con las operaciones de desarrollo comercial, producción, mercadotecnia y servicios integrales de la estadounidense, que tendría una participación del 80 por ciento, mientras que Embraer poseerá el 20. "Con esta asociación estratégica nos posicionaremos de forma óptima para generar un valor significativo para los clientes, los empleados y los accionistas de ambas compañías, al igual que para Brasil y Estados Unidos", afirmó Dennis Muilenburg, presidente del Consejo de Administración y ejecutivo de Boeing. "Esta importante colaboración encaja claramente con la estrategia a largo plazo de Boeing de invertir en crecimiento orgánico y aportar valor a los accionistas y se complementa con acuerdos estratégicos que promueven y aceleran nuestros planes de crecimiento", añadió.
Para Paulo Cesar de Souza e Silva, presidente y máximo responsable ejecutivo de la sudamericana, “la combinación de nuestros negocios con Boeing generará un círculo virtuoso para el sector aeroespacial brasileño, y aumentará su potencial de ventas y producción, generando empleo e ingresos, inversiones y exportaciones, añadiendo más valor para los clientes, los accionistas y los empleados". La operación valora las operaciones de aviación comercial de Embraer en 4.750 millones de dólares, y contempla 3.800 millones para la participación del 80 por ciento de la norteamericana en la “joint-venture”. Se estima que la colaboración aumentará el beneficio por acción de Boeing a partir de 2020 y que generará unas sinergias en costes de en torno a 150 millones de dólares anuales antes de impuestos para el tercer ejercicio.
Esta colaboración es la evolución natural de una larga trayectoria de cooperación entre ambas, que se remonta a más de veinte años. La empresa conjunta estará dirigida por un equipo situado en Brasil, que contará con un presidente y un máximo responsable ejecutivo. Boeing tendrá su control operacional y de gestión, que reportará directamente a Muilenburg. Se convertirá en uno de los centros de excelencia de Boeing para el diseño, fabricación y soporte de aviones comerciales de pasajeros y estará totalmente integrada en su amplia cadena de producción y suministro. La estadounidense y la “joint-venture” estarían posicionadas para proporcionar una cartera de aviones comerciales amplia y altamente complementaria, con aviones de entre 70 y más 450 asientos, además de cargueros.
Además, ambas crearán otra firma conjunta para promover y desarrollar nuevos mercados y aplicaciones para productos y servicios de defensa, en particular el avión KC-390 multimisión, basándose en oportunidades identificadas entre las dos. "Las inversiones conjuntas en la comercialización mundial del KC-390, así como varios acuerdos específicos en campos como ingeniería, investigación, desarrollo y cadena de suministro, potenciarán los beneficios mutuos y mejorarán aún más la competitividad de Boeing y Embraer", dijo Nelson Salgado, vicepresidente ejecutivo Financiero y de Relaciones con Inversores de Embraer. Se prevé que el proceso de cierre de los detalles financieros y operativos de la colaboración estratégica y las negociaciones de los contratos definitivos de la operación continuarán en los próximos meses.
Tras la ejecución de esos acuerdos, la operación estará sujeta a la aprobación por parte de los accionistas y las autoridades reguladoras, incluido el Gobierno de Brasil, además de otras condiciones habituales en operaciones de esta naturaleza. Si las aprobaciones se reciben en los plazos previstos, todo podría cerrarse a finales de 2019, entre 12 y 18 meses después de la firma de los acuerdos definitivos. Esta colaboración estratégica brindará oportunidades para compartir las mejores prácticas en fabricación y en programas de desarrollo de productos. La operación no afectará a las previsiones financieras de 2018 de Boeing y Embraer, ni, en el caso de la primera, a la estrategia de utilización de tesorería o al compromiso de devolver prácticamente el 100 por ciento del flujo de caja libre a los accionistas.
Fotografía: Embraer E195 de Air Europa Express (foto Antonio Camarasa).
