En vísperas de la llegada del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, el gobierno brasileño promulgó el acuerdo marco en el área espacial firmado por ambos países en 2011. Se trata de un acuerdo de carácter general, que servirá como un punto de partida para otros entendimientos más específicos. Entre ellos, el convenio de salvaguardas tecnológicas que está en negociación y que, si fuese concluido, abrirá el camino para el uso común de la base de Alcántara. El acuerdo marco se rige por 20 años, aunque puede prorrogarse.
El acuerdo prevé que la cooperación espacial entre Brasil y Estados Unidos ocurrirá en las siguientes áreas: Ciencia, observación y monitoreo de la Tierra; Ciencia espacial; Sistemas de explotación; Operaciones espaciales; y "otras áreas relevantes de interés mutuo." Las negociaciones para el uso de la base de Alcántara por Estados Unidos están en fase preliminar y una prioridad en el diálogo son las salvaguardias legales y tecnológicas que buscan proteger la propiedad intelectual estadounidense y la soberanía nacional brasileña.
En el ámbito de la propiedad intelectual, el punto más sensible en la actual etapa de negociaciones, el acuerdo marco dice claramente que ningún punto de él puede interpretarse como concesión explícita o tácita de derechos o intereses sobre invenciones o trabajos de una parte formulados antes de la entrada en del acuerdo o que estén fuera de su ámbito. La transferencia de bienes y datos técnicos sólo se producirá en lo que sea necesario para el cumplimiento del citado acuerdo.
"Alcántara ofrece un enorme atractivo para esta actividad que mueve cientos de miles de millones de dólares en todo el mundo. "Si pudiéramos crear las condiciones para uso comercial efectivo vamos a entrar en un filón de mercado extraordinario", dijo el subsecretario general de Asuntos Políticos Multilaterales, Europa y América del Norte, Fernando Simas Magalhães, quien anunció un comunicado conjunto al respecto.
Alcántara tiene una ubicación ideal para los lanzamientos porque está muy cerca de Ecuador. Esto permite ahorrar hasta un 30% del combustible usual o transportar más carga. Durante el pasado gobierno de Fernando Henrique Cardoso, Brasil y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para el uso de la base, el cual fue bloqueado por el Congreso, que consideró el convenio conflictivo con la legislación brasileña.
Días atrás también una delegación de Roscosmos se reunió con autoridades brasileñas por el mismo tema. Israel y Francia tambvién han manifestado interés en esta base. (Javier Bonilla, corresponsal de Grupo Edefa en Río de Janeiro)
